Herido un hombre al arrojarse al mar en una zona del rompeolas con poco calado

Un riveirense, identificado como Francisco Javier M.A., de 45 años, resultó herido de diversa consideración como consecuencia de un accidente sufrido al arrojarse al mar para bañarse en una zona del rompeolas del muelle de la capital barbanzana en la que había muy poco calado, ya que estaba la marea baja. El suceso tuvo lugar en torno a las tres y media de la tarde de este lunes y la víctima empezó a pedir auxilio y fue escuchado por una pareja. Esta última se dirigió a la gasolinera que se sitúa en las inmediaciones del lugar, y se dirigió a su empleado para decirle que había una persona en apuros, y este trabajador fue el que avisó a la Policía Local.
Al lugar de los hechos acudió en primer lugar una patrulla de agentes municipales, junto con dos auxiliares, y comprobaron que el herido estaba consciente pero no se podía mover. Por ese motivo, llamaron al Centro de Atención de Emerxencias 112 Galicia y, dada la situación en la que se encontraba el herido, que no podía moverse, se solicitó la presencia de los Bomberos del parque comarcal de Riveira y de una embarcación de salvamento y rescate. También acudió personal del Grupo de Apoio e Emerxencias Municipal (GAEM), que junto con el personal técnico de una ambulancia del 061 con base en Riveira atendió al herido.
Estos servicios de emergencias rescataron con vida a esa persona en apuros y con diversas lesiones, algunas de las cuales se las produjo en varias partes de su cuerpo debido a los golpes que recibió como consecuencia de los movimientos de las olas del mar y que lo batían contra unas piedras del rompeolas. A la llegada de la Policía Local, el hombre herido manifestó que se había tirado voluntariamente al agua para bañarse y que se golpeó con el fondo, que había tragado agua y que le dolía la columna.
A la llegada de los otros medios de emergencias, la víctima de esta incidencia fue inmovilizada con un collarín y, seguidamente, lo colocaron en una camilla de palas para evacuarlo de allí. Ante la dificultad de sacarlo por una zona de piedras, se optó por subirlo a una planeadora que se había acercado al lugar para interesarse por lo sucedido al ver el amplio despliegue de medios movilizados, así como la gran cantidad de curiosos que acudieron para saber lo que había ocurrido. Desde allí lo llevaron a una rampa de varada situada junto el edificio de Portos de Galicia, hasta donde acudió la ambulancia del 061, que procedió a trasladarlo al Hospital do Barbanza. Poco después, al comprobarse que tenía fracturadas varias vértebras, se procedió a la evacuación en helicóptero hasta el Clínico de Santiago de la víctima.
Algunas de las personas que se acercaron a comprobar lo sucedido llegaron incluso a pensar en que el hombre pudiera estar fallecido, pues estaba cubierto por una sábana blanca. Sin embargo, no se trataba de ningún muerto y esa situación respondía a la decisión de los agentes municipales de cubrirlo para evitar su exposición a los rayos del sol.