La planeadora incendiada en Mañóns fue sorprendida al salir en busca de la droga

“Seguro que nunha planeadora de 11 metros de eslora e con cinco motores de 300 cabalos cada un non ían a pescar luras”. Con estas palabras se expresaba el domingo un pescador boirense nada más enterarse de que estaba en llamas una embarcación de esas características en una zona rocosa de la playa de Mañóns. Desde un primer momento se relacionó la misma con un envío de droga, pero no lo fue tanto por el hecho de que ya llevase los fardos encima cuando fue sorprendido por el Servicio de Vigilancia Aduanera de Vilagarcía y que interrumpiesen la descarga. Según informaciones a las que tuvo acceso este periódico, la presencia de la lancha fue descubierta por los inspectores cuando salía en busca de esa mercancía.

De hecho, esa lanzadera fue avistada cuando navegaba a la altura de la isla de O Pombeiro, situada al oeste de la península de O Grove, cerca de la costa. Fue entonces cuando se inició una persecución. La planeadora que iba en busca de la droga se dirigió hacia el medio de la ría arousana a toda velocidad y los inspectores le perdieron la pista. Sus tripulantes, al parecer, decidieron deshacerse de ella para no ser descubierto y borrar cualquier tipo de huella, por lo que le prendieron fuego. Algunos testigos indicaron que vieron como esa embarcación, que ya estaba en llamas, se acercaba desde muy lejos a la costa boirense y que la vieron llegar a una zona escarpada delante de la playa de Mañóns. Lo que se desconoce es a donde fueron a parar quien la ocupaban momentos antes.

La lanzadera varada en el litoral boirense, permanecía ayer al mediodía semihundida y con la quilla sobresaliendo del agua y, por momentos y con marea baja, exhibía la hélice de uno de los motores, mientras que de los otros cuatro no había ni rastro. Se desconoce lo que sucedió con los otros cuatro. Mientras hay quien apunta que fueron los investigadores los que las retiraron para, otros sostenían que pudo ser cualquier persona, pues la embarcación estuvo sin vigilancia durante muchas horas. De hecho, hay quien incluso insinúa que pudieron ser los propietarios de la embarcación los que acudieron a recuperarlos, aunque ello podría suponer un riesgo elevado de que los descubrieran.

La Guardia Civil tenía intención de reflotarla ayer para proceder a su análisis, pero el viento dificultaba cualquier acercamiento a la misma por mar desde otras embarcaciones, mientras que sacarla del agua desde tierna parecía mucho más complejo. Por su parte, vecinos de O Barbanza aseguran que es frecuente escuchar de madrugada el ruido de motores de gran potencia desde las playas que baña la ría.