El PP asegura que la gratuidad de los comedores escolares que gestiona la Xunta beneficia al 82,3% de los niños

El PP está dando cuenta desde hace días de la incidencia de la aplicación del decreto de comedores escolares gestionados por la Xunta aplicando el principio de solidaridad para favorecer a los niveles de renta más bajos y que sean las más altas las que paguen por ese  servicio. En O Barbanza son centros educativos de tres municipios los que se ven afectados por la medida y que, según los datos aportados ayer por la diputada popular y portavoz de Educación, Marisol Piñeiro, la gratuidad total beneficia al 82,3% de los alumnos que acuden a los comedores que son responsabilidad del Gobierno autonómico, superior al 78% de la media gallega y al 56% que se manejaba como previsión inicial. Por otro lado, un 10,7% de los niños abonan el máximo de 4,5. En Riveira es aún superior el nivel de gratuidad, 88%, mientras que en Rianxo es del 83,78% y en Boiro alcanza el 79,21%.
Piñeiro indicó que cuando ellos llegaron se encontraron con un modelo de copago puesto en marcha por el bipartito en 2007 “con variables tan pouco solidarias como que os alumnos que eran transportados tiñan todos dereito a comedor gratis, independentemente de cal fora a súa renda familiar, e os que non tiñan dereito a transporte eran os que pagaban segundo unha serie de baremos”, dijo la diputada autonómica, precisando que “a nos parecíanos que ese sistema de café para todos era altamente discriminatorio e non estaba adaptado a situación económica e social que estamos a vivir e garantir a sustentabilidade dese servizo xestionado pola Xunta”.
Marisol Piñeiro, junto a sus compañeros Santiago Freire y Heminia Pouso y el alcalde de Riveira y diputado provincial, Manuel Ruiz,  añadió que se les estaba pidiendo que se incrementasen las plazas de comedores escolares gestionados por la Xunta, que aumentaron en 9.000 desde el año 2009 y prevén que se incremente en otras tantas hasta el 2016, y las ANPAS les reclamaban que el Gobierno autonómico asumiera esos servicios que prestaban ellas ya que les suponía un gran trabajo tener que llevarlos y que les salía muy caro. Piñeiro manifestó que lo ideal sería universalizar los comedores escolares, pero a su juicio sería “pan para hoxe e fame para mañá”.