Reportaje | Encierro que llega a su fin, pero con la semilla plantada

Reportaje | Encierro que llega a su fin, pero con la semilla plantada
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Leonor Lesende, Chiruca Rodríguez, Consuelo Yáñez y Joaquín Vázquez seguían ayer al mediodía a pie de cañón en el encierro en el salón de pleno del consistorio rianxeiro para demandar la puesta en funcionamiento de un centro de día para personas mayores en la villa natal de Castelao. Ellos son una representación de las alrededor de 70 personas -la mayoría del casco urbano, aunque también hay dos hombre de O Araño y dos mujeres de Taragoña- que desde hace 266 días hacen turnos, incluso de noche, para mantener viva la llama que encendieron en pos de ese objetivo. El acuerdo unánime que adoptó la corporación municipal rianxeira el pasado jueves para facultar al alcalde para que negocie la compra del Pazo de Rianxiño, aunque la operación ya está cerrada en 1,6 millones de euros, es significado de que a ese encierro le quedan dos telediarios.  

De hecho, una fecha que podría ser clave para que levantasen el campamento y abandonasen esas dependencias municipales es el próximo jueves, cuando se cumplirán nueve meses del inicio del encierro. Pero, además, parece que ese día se va a celebrar un pleno, que será de carácter extraordinario, y que se apunta que puede suponer para dar un paso más que consolide el anuncio o acuerdo de hace cuatro días. De hecho, algunas fuentes apuntan a que en esa sesión se podría presentar el documento para cerrar el acuerdo con la orden religiosa de Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor. 

Ese podría ser el principio del fin del encierro para demandar el centro de día, una acción que se ha encontrado con el rechazo de algunos vecinos que, según aseguran los que impulsaron esa iniciativa, les dijeron que no lo conseguirían. Ahora echan la vista atrás y se acuerdan de lo duro y agotador que ha resultado todo, pero sobre todo les queda la satisfacción de haberlo conseguido, y les responden con un simple y expresivo “mirade agora”. Y parece que en esas personas mayores de Rianxo que han mantenido el encierro ha brotado la semilla reivindicativa, por lo que pretenden darle oficialidad a la plataforma creada para seguir en la brecha y demandar otras necesidades que necesita cubrir la localidad, “para evitar que Rianxo siga morrendo”, por lo que pedirán que vengan empresas y que se tomen medidas para dinamizar la economía local. Una vez dejen el Concello está previsto que su sede social pase a ser el edificio del Liceo Marítimo, a donde también parece que se irá el club de jubilados. l

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