Reportaje | La música demostró su lado más solidario con Cáritas

Más de 200 personas presenciaron ayer en el auditorio ribeirense el Festival de Navidad de Cáritas que se organiza con finalidad benéfica. Fueron alrededor dos horas de arte sobre un escenario al que se subieron formaciones musicales de la localidad para actuar de manera altruista. El evento arrancó con la interpretación de la muñeira “Marioliña”, la “Jota de Nuria” y “Pasodoble de Negreira” a cargo del grupo de gaitas Aloumiño, a los que siguió una representación del coro parroquial, que deleitó al público con “Meu amor é mariñeiro” de Fuxan os Ventos, “No dudaría” de Antonio Flores y “En mi viejo San Juan” del compositor portorriqueño Noel Estrada.  
Uno de los momentos estelares de la gala llegó con el arte flamenco, la guitarra y la rumba de Os Listrisistas, que arrancaron muy alto con “Volare”, para seguir con “Caminando por la Vida” de Melendi y volvieron a tocar alto con “Volando voy” de Camarón de la Isla. Como el público quería más, Manuel Maneiro “El Tato” a la voz y Paulino González a la guitarra y coros se vieron en la obligación de tirar de su repertorio para cantar “El toro enamorado de la luna”, “A mi manera” y acabar con un popurri de Manolo Escobar. Si el respetable ya estaba completamente volcado, aún lo hizo más cuando se subió al escenario el seminarista Ange-Patrick Duhy, que interpretó el “Ave María” de Caccini, “Oh Noche Santa” de Adolphe Adam y el “villancico popular “Noche de Paz”, junto con el coro parroquial, y pese a que tenía la voz tomada, volvió a salir por petición del público para deleitarlo con “Gloria in Excelsis Deo”, después de la actuación del grupo tradicional Riparia, con la participación del Clube de Xubilados e Pensionistas do Mar de Ribeira, y el sorteo de obsequios para los que se vendieron un millar de rifas. l