Temen que los posibles raptores de Diana Quer usasen teléfonos móviles de difícil localización

Los integrantes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que están volcados con la investigación del complejo caso de la desaparición en A Pobra de Diana Quer temen que los supuestos raptores de la joven madrileña pudieran usar teléfonos móviles de difícil localización. De hecho, suponiendo que esos individuos fuesen delincuentes habituales, relacionados con delitos menudeo o trapicheo de drogas o robos a pequeña escala, lo normal es que, tal y como se puede comprobar en las incautaciones que se efectúan en los registros que les hacen, sus dispositivos son de los más sencillos del mercado, casi sin prestaciones, como por ejemplo que no tengan GPS, que permita su rastreo si está conectado, y con tarjetas prepago para eludir la posible identificación de su titular. 
De todas maneras, los investigadores trabajan con otras variables que les permiten apuntalar sus averiguaciones en cuanto al análisis tecnológico de las comunicaciones telefónicas, ya sea a través de llamadas o mensajes. Expertos en TIC indican que si se trata de una blackberry las posibilidades de eludir sus medidas de seguridad, basada en tecnología militar, se reducen notablemente. Hay alguna aplicación, como “Signal”, que encripta la base de datos de mensajes en el dispositivo del usuario, así como ambos extremos de la comunicación, con el objetivo de proteger todos los mensajes que son enviados a otros usuarios, y son complicados de descifrar. Aún así, en el caso de que sus usuarios no hicieran llamadas, esos teléfonos se conectarían de todas formas a los repetidores, pero su ubicación no sería concreta, pues sus radios de acción son amplios. 
Según algunas fuentes, podría ayudar bastante el hecho de que fueran dos o tres personas las que fuesen dentro del vehículo en el que supuestamente se subió la adolescente en el entorno del puente de San Antonio. Ello se debe a que se abren las posibilidades de obtener avances, con la realización de cálculos a través del histórico de las torretas y por la triangulación de las antenas a las que se conectan. Ello permitiría saber, aunque no sería determinante, si su comportamiento coincide con el del iPhone 6 de Diana Quer al pasar de una a otra en el conocido recorrido entre A Pobra y el viaducto de la Autovía do Barbanza, donde se arrojó el teléfono móvil de la joven. Tampoco se descarta que alguno tenga una relación tan directa con delitos y lleve consigo un dispositivo con tecnología avanzada. n