El Arosa aprueba sus estatutos tras modificar cuatro puntos a petición de varios socios

Más de medio centenar de socios aprobaron ayer los nuevos estatutos del Arosa con el único voto en contra del excandidato a la presidencia Francisco Vázquez. La asamblea extraordinaria, al igual que un partido de fútbol, duró unos noventa minutos y tuvo dos partes diferenciadas. La primera fue de tedio absoluto, y es que se leyó en asamblea el texto íntegro que se tenía que votar después de que así lo pidieran varios socios.  El directivo Rodrigo Lojo, intercalando tragos de agua, estuvo casi 50 minutos leyendo uno a uno los 26 artículos con cerca de 75 puntos, muchos con sus apartados respectivos, a lo largo de 17 hojas.

Y es que la asamblea empezó con mal pie, ya que el excandidato a la presidencia Francisco Vázquez señaló que no se había presentado un período de alegaciones a los estatutos, por lo que él mismo presentó un texto alternativo para que constase en acta. 

La primera parte de la reunión incluso pudo ser peor, y es que se empezó con la intención de debatir artículo por artículo, algo a lo que puso freno con buen criterio la secretaria Carmen Alvárez. Finalizada la lectura varios socios tomaron la palabra para referirse a varios puntos del texto, con el objetivo de que fueran cambiados. Se sometieron a votación. Se modificó el 3.4, que atendía a los supuestos ante un cambio de domicilio social del club, algo que la asamblea no quiso que se reflejase en el texto porque “el Arosa siempre tiene que ser de Vilagarcía”. De acuerdo a esto, se suprimió la parte que afectaba al artículo 12.4, ya que no procedía votar el cambio de domicilio del club.  A petición del socio Felipe Suárez se modificó el artículo 22.5 en lo relativo a honores. Será la asamblea y no el presidente la que decida conceder distinciones e insignias del club.

El punto más polémico y que también se cambió fue el 17.6 que decía que “no caso de discrepancia entre o presidente e algún ou todos os membros da Xunta Directiva prevalecerá a decisión que adopte o presidente”. Francisco Vázquez, que no encontró apoyo en otras alegaciones de unos estatutos de los que dijo que “tienen muchas lagunas y generan ambigüedad”, sí tuvo el respaldo de Felipe Suárez y la asamblea en la votación para suprimir este. Cierto es que antes, el excandidato calificó el texto de “autoritario y no legal”, por lo que encontró rotunda respuesta en el vocal y autor de los estatutos Javier Bouzada. El tono más conciliador de Suárez motivó que la asamblea aprobase suprimir el artículo con el beneplácito de Bouzada.

Curiosamente, los dos puntos más novedosos de los estatutos, los cuatro años de antigüedad como socio y subrogarse a avales del club como requisitos para ser candidato a la presidencia, pasaron desapercibidos.

Para la parte final quedaron algunas desagradables escenas, como gestos y amenazas entre socios con Francisco Vázquez en el centro del huracán, así como el desalojo de una persona que quiso intervenir sin ser socia pero sí patrocinadora de la cantera “con tres mil euros”. Los ánimos siguieron calientes fuera del auditorio, pero todo se quedó en discusiones dialécticas donde las formas perdieron al fondo.