Jéssica Bouzas se enfrenta esta noche (no antes de las 21 hora española) a Aryna Sabalenka en los octavos de final del WTA 1000 de Cincinnati. Por tercera vez en el torneo la vilagarciana jugará en la pista central del Lindner Family Tennis Center y el reto será mayúsculo ante la número uno del mundo.
Bouzas Maneiro llega al partido con buenas sensaciones y mucha confianza. Y con la intención y ambición de poder dar la campanada y tumbar a la mejor raqueta del circuito profesional, pese a que el favoritismo recae en la bielorrusa.
Sabalenka, a sus 27 años, ha jugado casi sesenta partidos en lo que va de temporada y sólo ha perdido nueve porque es prácticamente inabordable. Desde enero ya ha disputado siete finales. Ganó el WTA 1000 de Miami y el Mutua Madrid Open, también el WTA 500 de Brisbane (Australia). Fue subcampeona del Open de Australia (perdió con Madison Keys) y de Roland Garros (cedió ante Coco Gauff). También jugó la final del WTA 1000 de Indian Wells, cediendo ante Mirra Andreeva, y perdió la del WTA 500 de Stuttgart ante Ostapenko. Su último torneo fue Wimbledon, donde llegó hasta semifinales, siendo superada por la subcampeona Anisimova.
Tras jugar en Londres en julio decidió tomarse unas semanas de vacaciones para cargar pilas y llega a Cincinnati dispuesta a pelear por otro título. Lo dejó claro en el durísimo duelo ante Raducanu, una auténtica batalla de la que salió victoriosa tras más de tres horas en pista.
Para Jéssica será la segunda vez este año (y en toda su carrera) que se enfrente a Sabalenka. El precedente fue en enero en segunda ronda de Australia, donde ganó la número uno 6-3 y 7-5. En aquel encuentro, la arousana llegó a estar mandando por 5-2 en el segundo set, pero llegó la reacción de la "tigresa" con cinco juegos seguidos en una exhibición de consistencia.
Han pasado siete meses desde este precedente y Jéssica ha seguido progresando y mejorando, sobre todo en cuanto a regularidad y competitividad. Se espera un gran partido, puesto que son dos jugadores de estilos similares, hasta el punto que Bouzas Maneiro siente especial predilección por el juego de Sabalenka. Cuyo éxito nace también de una espectacular evolución, sobre todo en los últimos tres años, elevando las prestaciones de su saque sin perder su agresividad desde fondo de pista. De ahí sus tres títulos de Grand Slam (Australia en 2023 y 2024 y el US Open el año pasado) y sus nueve trofeos en WTA 1000.
Sabalenka es la tenista que más finales de GS ha jugado en lo que va de década. Entre los numerosos datos que explican su infalibilidad y nivel de confianza está el de los tiebreaks ganados este año, un total de 18 de los 19 jugados.
Pase lo que pase esta noche, Jéssica Bouzas vuelve a estar donde siempre soñó. En un pista central de un gran torneo y compitiendo con la mejor del mundo. Ha normalizado este tipo de situaciones. Sólo se enfoca en mantener su nivel de concentración en cada punto. En Montreal se metió entre las ocho mejores del torneo. En Cincinnati está entre las 16 mejores. Lleva tres semanas espectaculares de gira veraniega al otro lado del charco en pista dura. Siete victorias en ocho partidos y en el top 40 del ranking. Pero quiere más.