Jéssica Bouzas se despidió de Roland Garros al perder en tercera ronda ante la norteamericana Haley Baptiste por 7-6 y 6-1 en menos de una hora y media de juego en la pista catorce del complejo parisino. A la vilagarciana se le escapó el primer set en el tie break y ya no tuvo opción en el segundo, en el que cometió demasiados errores. Se desvanació así su ilusión de meterse en octavos de final y disfrutar de una segunda semana por primera vez en un Grand Slam. La derrota de Bouzas Maneiro, unida a la de Paula Badosa ante la australiana Daria Kasatkina, deja a Carlos Alcaraz como único superviviente español en París en octavos.
Como ocurrió el pasado año en Morelia (México), donde Jéssica Bouzas se impuso a la norteamericana en la final de un W50, el primer set de decidió en el "muerta súbita". Fueron 55 minutos de batalla en los que la gallega tuvo que condicionar su juego al de una rival que martillea la bola cada vez que puede entrar con su derecha. Bouzas Maneiro empezó bien, aprovechando su primera oportunidad de break y ganando su saque pese a verse 15-40 abajo. Pero tras el 2-0 llegó la reacción de Baptiste, una tenista que llegaba a Roland Garros tras haber sido capaz los últimos meses de ganar a jugadoras top 20 como Liudmila Samsonova, Daria Kasatkina o la campeona del Wimbledon Barbora Krejcikova.
La americana no perdonó cada bola a mitad de pista y empezó a jugar con primeros servicios. De esta forma encadenó tres juegos seguidos y se puso por encima en el primer set, 3-2, después de veinte minutos de partido.
A la vilagarciana, cada vez más madura esta temporada, no le pudieron los nervios. Ganó en blanco su tercer turno al saque y a partir de ahí ambas fueron llevando adelante sus servicios. La norteamericana siguió soltando el brazo y pegando palos. En el octavo y largo juego Bouzas Maneiro salvó dos bolas de ruptura en una situación crítica. Baptiste empezó a hacerse grande en la red, a donde atrajo a la española, que tenía jugar por detrás de la línea de fondo en los peloteos.
Con este panorama se llegó al 6-6 y el tie break resolvió el set. Pese a que la de Vilagarcía empezó 2-0 arriba, los errores no forzados la condicionaron en los momentos clave, cuando iba por delante. Una doble falta y una bola que se perdió más allá de la línea de fondo. A partir de ahí todo fue mal. Acabó cediendo 7-4.
Finalizado el primer set, la tenista de Washington se fue al vestuario a recibir atención médica. Reapareció en pista con un vendaje en su muslo izquierdo, lo que no le impidió empezar en modo apisonadora la segunda manga. Primero le rompió el saque a una Jéssica Bouzas a la que red tampoco ayudaba. Y a continuación ganó su saque en blanco. Bouzas Maneiro trató de seguir enfocada, pero no era fácil porque los errores no deseados eran incesantes. Su técnico, Róber Ortega, trataba de transmitirle la calma que siempre mantiene.
Jéssica entregó de nuevo su saque y se vio contra las cuerdas. Con 4-0 abajo siguió luchando contra la dinámica que había tomado la eliminatoria. Baptiste no dio opción alguna de cambiarla y se llevó la segunda manga 6-1 después de tan solo veinte minutos.
Jéssica se marcha de París con su ranking mejorado este año, ya que se sitúa la número 59 del mundo provisional, y con más experiencias en la mochila a sus 22 años. El próximo año lo volverá a intentar. Su siguiente gran cita será Wimbledon.