El Arosa recibe este domingo a la UD Ourense a las 17.30 horas en A Lomba en el gran partido de la jornada en Tercera RFEF. El equipo de Míchel Alonso ha preparado la cita con la duda de Mario y la baja segura de Duque, que sigue sin poder tramitar su licencia.
El Arosa se enfrenta a “un rival de los importantes de la categoría”, reconoce el técnico ferrolano, “todos contamos que es un equipo de los de arriba como podemos ser nosotros”, si bien Míchel Alonso cree que “no hay tanta diferencia con otros equipos de los que están por ahí, después de haber visto a Sarriana o Polvorín”, y considera que la liga “está más igualada de lo que parecía”.
Arosa y UD Ourense son candidatos al título, por plantilla, presupuesto, historia y afición. Y se han enfrentado en ocho ocasiones las dos últimas temporadas al cruzarse en las eliminatorias de play-off. Esta vez, aún en la séptima jornada, el partido no tiene tanta trascendencia. “Es un partido más, con tres puntos importantes en juego como lo fueron otros”, sostiene Míchel. Si bien, los locales disponen de una gran oportunidad de encadenar una cuarta victoria seguida, algo que el Arosa no consigue desde la temporada del ascenso. “La cuarta victoria sería certificar definitivamente que estamos curados de ese mal inicio”. Y con esa ambición afrontan los locales el encuentro.
El Arosa se está mostrando letal en las últimas jornadas en área rival. Ha marcado siete goles en los últimos tres partidos con siete anotadores diferentes. Por eso, la clave para los locales pasará por “estar cerca de su portería. Me importa poco como llegar hasta ahí, pero hay que estar cerca”.
Míchel considera que los puntos fuertes en ataque de la UD Ourense son los centros al área en busca de los remates de Cellerino, que es duda, y el contraataque. “Es importante no dejarles transitar. Tienen dos futbolistas de mucho nivel en el medio, Parrilla y Champi. No podemos dejar que Varo entre en juego, que no puedan correr los jugadores de fuera. Creo que los momentos de pérdida y recuperación de balón van a ser muy importante”.
Del último partido en Betanzos, Míchel rescata en el lado positivo el dominio de las áreas y la pegada. Pero no le gustó que su equipo le diese vida al rival “dos veces”, tras el 0-2 y el 1-3. Alertados sobre lo sucedido, Michel advierte que “para seguir ganando partidos sabemos que tenemos que dar nuestro mejor nivel”. Y prevé un partido “abierto” en el que espera que los suyos se acerquen “al equipo que queremos ser”.
Se espera un buen ambiente, algo que en ningún caso puede ejercer presión sobre los locales. “Es indudable que en los dos primeros partidos de casa no estuvimos en el punto mental adecuado, aunque no perdimos solo por eso. Espero que tras haber ganado en casa con cierta solvencia esté superado. A Lomba tiene que ser un aliado siempre. No puede ser un problema que nos apoye la gente, es una de nuestras señas de indentidad que, vayamos a donde vayamos, siempre hacen más ruido los nuestros en la grada”.
Sobre el estado del terreno de juego, Míchel no ha tardado en resignarse, como ya le pasó a sus antecesores en el cargo desde más de una década. “El campo no está como quisiéramos, creo que no lo va a estar nunca por lo que veo, incluso puede que esté peor. Entiendo que no nos está beneficiando. No entrenamos nunca allí y no está en las mejores condiciones”.