La gente vuelve a verse la cara en el transporte público

La gente vuelve a verse la cara en el transporte público

España pone fin desde este miércoles a las mascarillas en el transporte tras algo más de mil días en los que fue obligatoria, una decisión que entra en vigor tras ser aprobada ayer por el Consejo de Ministros en un momento en el que el impacto sanitario de la covid-19 está en mínimos de toda la pandemia.

 

Ayer la ministra de Sanidad, Carolina Darias, explicó que esta medida, que publica el Boletín Oficial del Estado (BOE) a primera hora, supone "un paso más" en la respuesta que ha ido dando España en función de la situación epidemiológica, aunque su uso seguirá recomendado en el transporte a personas vulnerables y a los que presenten síntomas de infección respiratoria.

 

En este sentido, la Sociedad Española de Epidemiología ha animado a no descartar su uso, porque sigue siendo una herramienta especialmente recomendable para las personas que presentan síntomas respiratorios compatibles con la covid-19, la gripe, el catarro, y otras infecciones respiratorias.

 

Del mismo modo, la Plataforma de Organizaciones de Pacientes ha pedido este martes que "no se olvide a las personas vulnerables" y hace un llamamiento a la prudencia "dada la época del año en la que nos encontramos, muy propicia para el aumento de infecciones respiratorias".

 

La Junta de Andalucía también sigue recomendando su uso entre personas mayores y vulnerables en lugares cerrados y poco ventilados.

 

Con la nueva norma tampoco hay que usar la mascarilla un establecimiento óptico u optométrico, pero si en residencias y resto de centros sociosanitarios para las personas que trabajen en ellos, siempre que estén en contacto con personas residentes y para los visitantes cuando estén en zonas compartidas.

 

También seguirá siendo obligatoria en hospitales, farmacias, botiquines o centros de salud, así como en clínicas dentales, de estética o fisioterapeutas, una lista de más de un centenar de centros en los que Sanidad considera que su uso sigue siendo indispensable.

 

La situación epidemiológica actual, en palabras de Darias, permite retirarlas al fin en trenes, aviones, autobuses o metros, donde eran imperativas desde el 4 de mayo de 2020, así como de establecimientos sanitarios como ortopedias, ópticas y centros de audioprótesis, en los que se mantuvo obligatoria en abril del año pasado cuando se quitaron de interiores.

 

Los indicadores de la covid-19 en España continúan en retroceso en los últimos meses, principalmente en el último, con una ocupación hospitalaria que ha descendido casi un 50 %, al pasar del 3 al 1,6 %, y un nivel de trasmisión en los mayores de 59 años que pisa ya un baremo normalizado, es decir 50 casos por cada cien mil habitantes.

 

Asimismo, se ha minimizado en la población la gravedad de los cuadros que produce la infección gracias a la inmunidad híbrida de vacunas y exposición al virus, aunque los expertos siguen recomendando la mascarilla en entornos vulnerables y cuando se presenten síntomas de enfermedades respiratorias, principalmente, ante el impacto de la gripe en esta época del año. 

La gente vuelve a verse la cara en el transporte público

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