Boiro se convirtió este viernes en la capital del audiovisual escolar con la celebración de la gala del Festival Olloboi 2025, en Abadía de San Enrique. Concurrieron 58 cortometrajes producidos por alumnos de 41 centros educativos, principalmente de Galicia, pero también del País Vasco y Portugal. El día empezó con la recuperación de la tradicional “Muchachada”, consistente en un encuentro de cineastas, en el papel de cómplices, con alumnos y vecinos de la localidad -hicieron de informantes-, para elaborar pequeñas piezas audiovisuales de menos de 4 minutos en varios emplazamientos. La gala vespertina empezó con las proyecciones de los cortos grabados en las escuelas de Primaria del municipio, seguidos de los de la citada Muchachada.
La relación de galardonados la compusieron “Que castróns son” del CPI Eusebio Lorenzo Baleirón, de Dodro, que obtuvo el Premio Olloboi 2030; El Premio Plus18 fue para “En el valle de la perseverancia”, de la Universidade de Vigo; el primer Premio en la categoría Bachillerato/Ciclos recayó en “Reading Oddissey”, del IES Virxe do mar de Noia, y de finalistas quedaron “Segundos eternos” y “Su otro reflejo”, ambos del IES Blanco Amor de Culleredo. El ganador en la modalidad para alumnos de ESO fue “La pieza que falta” de la Fundación Zaragüeta Zulaica, de Guipúzcoa, y segundos fueron “Estoy entre vosotros” del IES Blanco Amor y “Teoría da relatividade” del IES Rego de Trabe, también de Culleredo.
El primer Premio Peque se lo llevó “Conexión” del CEIP Torre-Cela, de Bueu, siendo segundos “Máxica” del CEIP Santa María do Castro, y el Olloboi PT al mejor trabajo enviado desde Portugal, fue para “A princesa na torre” de la Escola EB 2-3 y “Erros meus, má fortuna, amor arde” de la Escola EB 2-3 Carteado Mena. Por último, el Premio Muchachada fue para “E imos andando asi” del IES A Cachada y “Rapazas de agora” del CPI Eusebio Lorenzo Baleirón. Tras la entrega de los premios durante la gala, que estuvo presentada por Fede Pérez y Sabela Hermida y contó con la colaboración de la Escola de Música de Boiro, tuvieron lugar una merienda-cena, en la que los asistentes pudieron degustar un arroz marinero, y una foliada.