Dos cacos que tienen en jaque a media Ribeira y el resto los teme

Dos cacos que tienen en jaque a media Ribeira y el resto los teme
La Policía Nacional, que recibió denuncias, tiene a los sospechosos en busca y captura

Se han estado paseando por media Ribeira, poniendo en jaque a varios de sus vecinos y empresarios, que no aguantan más que sigan campando a sus anchas sin que se les pueda hacer nada. Son las víctimas de dos individuos que desde hace un mes están perpetrando robos, después de que, al menos, uno de ellos haya salido de prisión tras cumplir condena. El primer robo del que se tiene conocimiento fue el restaurante Valverde, en Corrubedo, a cuyo interior accedieron tras romper el cristal de una ventana y, pese a que saltó la alarma, tuvieron tiempo para reventar la máquina tragaperras y llevarse su recaudación. Cuando llegó la Policía Nacional ya no había nadie.
 

Una semana después se volvió a tener conocimiento de ellos por un intento de robo con intimidación a la dueña de un bar de Oleiros. La víctima identificó a uno de ellos como alto y delgado, añadiendo que iba encapuchado y tapaba su rostro con una braga y gafas de sol oscuras, vestía un chándal oscuro y llevaba pendientes en ambas orejas. Fue a primera hora de la tarde del 26 de enero cuando lo vio merodeando por cerca de su local, al que accedió y, tras esgrimir un cuchillo, apoyarlo sobre la barra y cubrirlo parcialmente con una mano con un guante rojo, le pidió a la camarera “100 euros por las buenas o por las malas”, a lo que ella le replicó que no los tenía ni para ella y difícilmente podría dárselos a él. Entonces, entró en el bar la madre de ella y se dirigió a su marido para preguntarle algo y el caco abandonó el negocio hostelero sin mediar palabra. En su denuncia, indicó que estaba acompañado de otro varón, que permaneció en una marquesina junto al bar, pero no participó en los hechos.
 

En torno a la medianoche, volvieron a entrar en el restaurante Valverde y le atacaron con una rebarbadora del propio local a la tragaperras, pero huyeron antes de llevarse el botín. Y poco antes de las dos menos diez de esa madrugada rompieron con una plataforma metálica de un andamio de una obra cercana el cristal de la puerta del supermercado Claudio, en Corrubedo, de donde se llevaron el cambio de la registradora, tubos con monedas, un teléfono móvil y se cree que también sustrajeron helados y refrescos, pues el congelador y la nevera estaban revueltos. En las imágenes de las cámaras se ve entrar a uno -el alto-, pero por sus gestos parece que alguien le espera fuera. 
 

Y entre las cuatro y seis de la tarde siguiente, le robaron en su taller de artesanía a un vecino de Sirves (Olveira), que se percató de lo ocurrido al regresar a esa hora y se encontró la puerta abierta y que le sustrajeron maquinaria manual eléctrica, como una rebarbadora, un taladro, dos lijadoras, una pistola neumática, una caja de llaves y una caladora, valoradas en 1.400 euros. Al preguntar a los vecinos por si detectaran algo raro, le dijeron que vieron por la zona a dos personas, que coinciden con la descripción de quienes se sospecha que robaron en los otros sitios. Desde entonces, desplazaron su área de acción a las Casas Baratas, en el casco urbano, y hay quien apunta que se ocultan en Aguiño, donde se teme que sigan actuando esos amigos de lo ajeno. Mientras, la Policía los tiene en busca y captura.

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