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viernes | 17 mayo | 2024
Poco antes de las ocho y media de esta tarde se generó la alarma entre los vecinos y transeúntes en las inmediaciones del edificio del mercado municipal de Ribeira. El motivo fue que la planta baja, en la que se ubican los puestos de la plaza de abastos, se llenó de una densa humareda, y se creyó que se podría tratar de un incendio, pero finalmente se comprobó se trataba de una falsa alarma. Según pudo saber este periódico, desde la central de alarmas avisaron de que los sistemas de seguridad instalados en dicho inmueble de titularidad municipal se habían registrado ciertos movimientos en el interior del mercado, por lo que hasta el lugar se movilizó al encargado de las instalaciones, al presidente de la asociación de placeros y a efectivos de las Policías Local y Nacional.
Cuando esos medios iban de camino, desde la central de alarmas se activó el sistema a través del que se expulsa el humo antirrobo de la alarma, que fue lo que originó que esa dependencia se llenase de humo, que impide la visibilidad a los ladrones y les dificulta enormemente la salida. Eso mismo fue lo que les sucedió a los agentes de las fuerzas de seguridad y al encargado cuando accedieron al interior de la plaza de abastos y seguidamente abrieron puertas y ventanas para ventilar y que el humo saliera al exterior y luego se evaporase, comprobándose que no había nadie en el interior.
El hecho de que empezase a salir el humo del edificio fue lo que provocó la alerta de residentes y viandantes, aunque a muchos les extrañaba que oliera como a incienso. Poco después se aclaró lo sucedido y la tranquilidad regresó a esa zona del casco urbano de Ribeira. Igualmente, se trató de averiguar la causa de que el sistema de alarma detectase algún movimiento en el interior y desde la asociación de vendedores de la plaza de abastos se apuntó a la posibilidad de que lo hubiera provocado la máquina de hielo.
