La Praza Alcalde Segundo Durán de A Pobra acogió en torno a las siete menos cuarto de esta tarde el acto simbólico y bastante concurrido del encendido del árbol de Navidad por parte de un niño llamado Daniel, a quien el alcalde, Xosé Lois Piñeiro, había cedido previamente, por el más rápido en acudir a su llamada, el testigo en forma de pulsador con mando a distancia. Seguidamente, las autoridades y los niños con sus familias se dirigieron hacia la Praza do Emigrante, en donde se había instalado el belén municipal, en el que había muchas horas de trabajo de trabajadores del Ayuntamiento pobrense. Para ello, atravesaron uno de los pasillos centrales de los jardines Valle-Inclán, donde se encendió la decoración con techo lumínico que lo lucirá, hasta rematar el ía de Reyes, todos los días a partir del ocaso y hasta las primeras horas de la madrugada. Este alumbrado navideño es una de las principales novedades de este año, y se completa con la ornamentación y ambientación de edificios y espacios públicos. 

Seguidamente, se procedió a una todavía más multitudinaria inauguración del belén municipal, con el descubrimiento y el encendido del mismo por parte de los más pequeños de la casa, que se afanaron por encontrar a las tres figuras del cagón o caganet, que fue su principal atractivo ante la falta de las figuras de la Virgen María, José y el Niño Jesús, que no se colocarán hasta la Nochebuena. Este acto que supuso el estreno del nacimiento, estuvo acompañado de una chocolatada, que  y amenizada por el coro Soto Voce, de A Pobra, dirigido por Germán Fernández. Este grupo, que integran una veintena de personas, pero en el que hoy faltaban media decena, fue el encargado de abrir el acto con la interpretación del villancuco "A Belén vinde pastores", para pasar a la inauguración del belén, y luego continuar con su recital en el que cantaron "Nadal de Luintra" y otras piezas en las que la palabra Navidad fue la predominante.