Nicolas Lamarque, un joven francés de 28 años que vive en Vilagarcía, está intentando llevar adelante su propia cooperativa de limpieza de montes, con el objetivo de ayudar a preservar el medio ambiente y concienciar a las personas sobre las consecuencias de la deposición de residuos en estos entornos. “Aunque tú vivas en el centro de la ciudad y no vayas a pasear por el monte, el agua que bebes y con la que te duchas, viene del monte todo”, esclarece el francés.
Esta iniciativa surgió hace casi dos meses, cuando un día de marzo se encontraba paseando por el Monte Xiabre sin rumbo alguno y se topó con un punto donde se aglomeraban una inmensa cantidad de residuos contaminantes, el mismo que admite que se encontró hace ocho años atrás cuando llegó a Galicia. “Me parece una vergüenza que en ocho años nadie haya denunciado eso ni hayan intentado solucionarlo”, afirma. Este acontecimiento fue un choque de realidad para él, además de un punto de inflexión que lo llevó a involucrarse de manera activa en la limpieza del monte.
Desde entonces, el francés acude reiteradamente al bosque para retirar neumáticos, latas de aceite o cualquier tipo de basura que encuentre, fijándose en cómo el paso del tiempo llegó a convertir las ruedas en polvo y a dejar las latas sin ningún rastro de aceite en su interior.
Asimismo, durante todo este proceso confiesa encontrar grandes cantidades de amianto en el terreno, un componente muy peligroso para la salud, razón por la cual él mismo se ha encargado de señalizar toda la zona, para garantizar la seguridad de las personas. “Eso es como un iceberg: vas excavando un poquito y de repente hay otra cosa”, manifiesta.
Toda su actividad la comparte y la restransmite a través del Instagram @limpiezamontexiabre, con el fin de darle repercusión a su iniciativa y donde actualmente cuenta ya con más de 17.000 visualizaciones.
La iniciativa de crear su propia cooperativa de montes nació a raíz de todo este proceso, dándose cuenta de la poca involucración que hay por parte de las administraciones para mantener los montes limpios, considera.
Su principal objetivo es presentar el documento de su proyecto ante los organismos locales y la Xunta de Galicia, para demostrar su viabilidad y la repercusión que puede llegar a tener en la conservación de los montes gallegos. “Cooperativas como esta no hay ninguna. Gestores de residuos hay a patadas, pero gente que vaya directamente al monte, no hay”, expone Lamarque.
El documento de la empresa contempla ocho puntos principales, los cuales abarcan desde la vigilancia de las fincas y montes privados de los particulares y ayuntamientos, pasando por la limpieza y reciclaje de residuos contaminantes en los puntos limpios, la sensibilización de las generaciones futuras, la reinserción social, la creación de un sello que reconozca la reducción de la huella de carbono de las empresas colaboradoras, hasta una argumentación para la solicitud de fondos europeos y la viabilidad del proyecto en comparación con el Plan Forestal de Galicia 2021-2040 del gobierno autonómico. “La Xunta tiene un plan de gestión medio ambiental de sus bosques del 2021 hasta el 2040, que son 300 páginas que no hablan de nada de ir a recoger residuos contaminantes”, explica.
Lamarque reconoce que en un principio este proyecto nació por una motivación y objetivo personal, pero a raíz de compartir su propuesta en redes sociales y gracias al “boca a boca”, ha comenzado a recibir más apoyos, tanto en forma de colaboración como de patrocinadores. “Si solo esperas a que te ayuden, nunca vas a pasar nada”, afirma. Además, confiesa que cada vez es más consciente de que está haciendo algo bueno para la sociedad y cuenta que este proceso también es su forma de darle voz a otros gallegos que comparten su visión.
Inclusión social. Derecho a una segunda oportunidad
Lamarque convive desde hace cuatro años con una discapacidad del 65% por problemas crónicos de salud mental, además de contar con un perro de servicio. Este es uno de los motivos principales por el cual uno de los objetivos más importantes de su proyecto tiene que ver con la inclusión social. “Quiero ayudar a la gente como yo a que pueda encontrar trabajo. Lo que quiero hacer es contratar gente que tiene discapacidades por problemas de salud mental y dar prioridad a los que tienen perros de servicio, porque sé lo complicado que es para ellos encontrar trabajo”, explica basándose en su experiencia personal.
También, en este punto engloba la reinserción social, postulando que si en algún momento consigue llevar su propuesta adelante, le gustaría poder llegar a contratar a presidiarios con ganas de una segunda oportunidad. Para ello, espera poder llegar a solicitar la ayuda de centros penitenciarios, para que estos también se involucren en la selección de aquellos perfiles adecuados y aptos.
De esta forma, no solo quiere impulsar una propuesta beneficiaria para el medio ambiente, sino que al mismo tiempo busca poder contribuir al desarrollo de las personas, así como a la posibilidad de que puedan hacer un cambio sustancial en su vida. “A mí siempre me han dado una segunda oportunidad y entonces yo también quiero devolver ese favor a los que se lo merecen. Por eso quiero abrir una empresa que, aún por encima, voy a demostrar que puede ser un modelo a seguir”, afirma el francés.
Colaboración ciudadana. La influencia del “boca a boca”
Pese a que en un principio comenzó esta andadura él solo, a raíz de compartir su iniciativa por redes sociales y mismo hablar con la gente, cada vez hay más personas interesadas en su proyecto y que quieren contribuir a que pueda llevarlo adelante. “A veces hay gente que me acompaña, más bien para grabarme, aunque también me ayudan, pero les dejo cosas fáciles y no muy contaminantes”, esclarece. Asimismo, algunos negocios de la zona también han querido aportar su granito de arena, poniendo de ejemplo a La Tienda del Obrero. “Cuando fui allí y le hablé del tema del amianto, le dije que quería comprar una mascarilla y un peto especial. Al final, le hablé del proyecto y me regaló todo”, cuenta.
No obstante, Lamarque apunta que lo que más le ayuda a hacerse conocer y a expandir su proyecto es el boca a boca, consiguiendo hasta que un productor se vea interesado en su propuesta y le proponga hacer un documental al respecto. “Esto es como una bola de nieve que está arrastrando a mucha gente a la que le interesa el tema”, expone el joven.
De esta forma, también quiere que esta expansión de su iniciativa sirva para ayudar a concienciar a las futuras generaciones, alegando que ve más difícil calar en los más mayores, pero sí cree que los jóvenes comparten más esa visión ecologista que él tiene. Asimismo, señala que le gustaría que en los colegios se impartiesen más conocimientos sobre ecologismo y preservación del medio ambiente, exponiendo que esta clase de medidas ayudarían a mejorar progresivamente la situación y que no solo se enseñe a separar los vidrios, los plásticos, el papel y el cartón.
Las administraciones. Ser el nexo de unión de las entidades competentes
Respecto a su contacto con las administraciones, tanto el Punto Limpio de Vilagarcía como el Seprona le han mostrado su apoyo en el proyecto. El francés apunta que las instituciones locales, aquellas más cercanas a la población, son las que más empatía e interés muestran por él. “Aquellos que están abajo con nosotros, los que conviven con la situación, son los que mejor la entienden”, remarca.
También, explica que no quiere que la Xunta sea la única institución final a la que presentar su propuesta, sino que le gustaría que esta también pudiese llegar a empresas privadas, Urbaser, la concejalía de Medio Ambiente de Vilagarcía –con quien aún no ha tenido la oportunidad de hablar–, al presidente de la Comunidad de Montes, la Escuela Forestal de Marín, empresas de drones y hasta a Sogama, todo ello con la finalidad de que su cooperativa pueda ser el nexo de unión entre todas las administraciones competentes en el mantenimiento de los montes y del medio ambiente de Galicia.
Por otro lado, tras sus varias visitas al Punto Limpio de Vilagarcía con motivo de la recogida de residuos en Xiabre, denuncia que Urbaser tan solo mantenga a una persona contratada, cuando cree que tiene los fondos necesarios para contratar a más personal y mejorar el horario establecido. “Si tú no le das medios a la gente, incentivas que tiren basura por todos lados”, manifiesta.