Policías locales de Boiro declaran que Manuel Feás era “muy perfeccionista” y nunca les pidió retirar multas

Policías locales de Boiro declaran que Manuel Feás era “muy perfeccionista” y nunca les pidió retirar multas
Feás revisa una documentación junto a su abogada en un receso en el juicio | Chechu Río

La sección compostelana de la Audiencia Provincial de A Coruña albergó esta mañana la primera sesión del juicio contra el exinspector jefe de la Policía Local de Boiro, Manuel Feás, acusado de un delito de prevaricación por presuntas irregularidades en la tramitación de, finalmente, once multas de tráfico a familiares y amigos, pues una de las que en un principio también recogía la acusación particular no fue incluida por el juzgado de instrucción en el procedimiento. Las declaraciones de varios de los siete integrantes de la plantilla policial que acudieron como testigos fueron coincidentes a la hora de calificar al ahora procesado, a las preguntas realizadas por su abogada, Natalia Landín, como “muy perfeccionista”, “meticuloso” y que “no admitía fallos”, llegando a recriminarles que no introdujesen algunas en el correspondiente buzón a la conclusión de su turno de servicio, además de señalar que su entonces jefe nunca les pidió que retirasen multa alguna.


Los policías declararon que Feás les insistía en que hicieran fotos para acompañar las denuncias de tráfico, y alguno de ellos llegó a indicar que si no llevaban foto o estaban borrosas no se tramitaban pues consideraban que no servían de prueba y que ante esa situación podía prosperar la reclamación del denunciado. A preguntas del abogado de la acusación particular ejercida por el Ayuntamiento de Boiro, José Roibás, los policías locales declararon que el comprobante de las multas que interponían lo introducían en un buzón del que sólo tenía la llave el inspector jefe, y en su ausencia el oficial que quedaba ocupando su lugar. De todas maneras, varios de los agentes manifestaron que en ese buzón no sólo se introducían los boletines de denuncia, sino también sobres con el dinero de las tasas recaudadas a las caravanas y objetos perdidos, entre otras cosas, por lo que en ocasiones rebosaba y se podía acceder al contenido.


“Cajón desastre” 
Incluso, uno de los policías locales, que actualmente está jubilado, declaró que ese buzón de plástico era “un cajón desastre” y que “se podía manipular”, llegando a reconocer que tanto él como compañeros habían sacado cosas del buzón para corregir errores y luego volver a meterlas. En su caso, mencionó que sacó un sobre con dinero de la recaudación de caravanas pues un auxiliar cobrara de más a una de ellas y que si obró de esa manera fue para poder devolverle la parte del dinero cobrada indebidamente. Respecto a la elaboración de los listados de boletines de denuncia para dar traslado de los mismos al funcionario instructor, aunque era Feás quien solía hacerlo, varios agentes apuntaron que ellos también lo hacían y que aprovechaban los momentos de las noches con menos trabajo para cumplimentar las denuncias pendientes, y respecto al destino que se daba a cada una, ya fuera para el Ayuntamiento, para la Jefatura Provincial de Tráfico o se declarase nula lo hacía el entonces jefe policial, aunque no todos tenían certeza de ello. La mayoría de ellos dijeron que no había problemas ni errores para que no se hubieran tramitado las denuncias puestas. 


Durante la primera sesión del juicio -está previsto que se prolongue hasta mañana, cuando previsiblemente tendrá lugar la declaración del acusado, Manuel Feás- comparecieron tres efectivos de la Guardia Civil que llevaron a cabo actuaciones iniciales y ampliatorias, incluyendo el análisis de la documentación incautada en el registro autorizado por el Juzgado de Instrucción Nº1 de Ribeira después de que el Concello boirense interpuso denuncia por supuestas irregularidades. Los tres agentes del instituto armado -uno de ellos testificó por videoconferencia- manifestaron que detectaron en el listado de denuncias interpuestas que había propuestas de sanción que no fueron tramitadas, pero también afirmaron que desconocían el motivo y el responsable de ello. También indicaron que por la ubicación del buzón junto una ventana, tal y como se lo encontraron en el registro, sólo se podía acceder al contenido del mismo con el uso de la llave.

 

Investigación iniciada por agentes que tenían discrepancias con el acusado

Dos de los agentes boirenses indicaron que las denuncias que no fueron tramitadas se investigaron, junto con otras presuntas irregularidades de las que Manuel Feás ya fue absuelto -malversación en la compra irregular de ropa, calzado y munición para el cuerpo- o las causas fueron sobreseídas -, a requerimiento de la Alcaldía en 2019 después de que el ahora procesado fue cesado de su cargo al frente de la Policía Local boirense. Otros agentes municipales indicaron que la investigación la iniciaron dos compañeros que tenían discrepancias laborales y económicas con el que entonces era su jefe. En la jornada de mañana está prevista la declaración del funcionario instructor de las denuncias en el Ayuntamiento de Boiro y personas que fueron objeto de las multas que no se tramitaron.

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