Una treintena de personas se concentró a última hora de la tarde de ayer ante la columna de “Vidas Fendidas”, en la Praza do Concello de Ribeira, para condenar el asesinato de una mujer a manos de su exmarido en A Coruña, y cuyo nombre se ha sumado a los de las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de año. Fue en respuesta a la convocatoria realizada con esa finalidad por parte del colectivo feministra Mulleres en Acción do Barbanza sumándose, como otros muchos colectivos en Galicia, al llamamiento realizado por la Marcha Mundial de  las Mujeres, como es habitual cada vez que hay un crimen machista en la comunidad. Se insistió en la expresión repetida hasta la saciedad en este tipo de movilizaciones de que "nin unha menos, querémonos vivas".

Las primeras palabras pronunciadas por una representante de Mulleres en Acción do Barbanza fueron para decir que "quixeramos non estar aquí, pero non podemos deixar de denunciar", para seguidamente afirmar que "temos a obriga de ser a voz de Maritza agora que xa non está", Se recordó que esa mujer, que es la última víctima mortal de la violencia de género en Galicia, tenía 49 años y que ya non cumplirá más. "Segundo a investigación en curso, foi a súa exparella, de 61 anos, quen a acoitelou numerosas veces, con asañamento, ata a morte".

Durante la concentración se hizo referencia a que Maritza estaba en el programa Viogen con un riesgo considerado como medio pero que, como le pasó a otras mujeres, no le sirvió de mucho. Y también se pronunciaron las palabras pronunciadas por la titular del Juzgado de Instrucción Número 3 de Santiago de Compostela, Paz Filgueira, en las que habla de "fallos sistémicos" a la hora de proteger a las víctimas, yu  señala que, tal vez, las mujeres no conocen realmente lo que el sistema les puede ofrecer o que lo que les ofrece es insuficiente.

Dependencia económica

Además, se dijo que otras especialistas afirman quye la dependencia económica de las víctimas y las amenazas de los maltratadores, especialmente cuando la pareja tiene hijos, como factores que ejercen presión sobre las mujeres maltratadas y eso las lleva a no denunciar. "Pero non só a dependencia económica é un factor de risco. Tamén o é, e aínda maior, a dependencia emocional, que impide ás mulleres afectadas ver claramente o perigo que corren".

Por ese motivo, desde Mulleres en Acción do Barbanza consideraron que urge incidir sobre esos "fallos do sistema", teniendo en cuenta que sus consecuencias son mortales, y no lo dijeron en sentido figurado". "Urxe facer chegar ás mulleres ese coñecemento das ferramentas que teñen ao seu dispoir. Urxe que se tomen as medidas para que a precariedade económica non sexa motivo para non denunciar. Urxe que se implementen tódolos medios necesarios para que as mulleres ameazadas se sintan seguras e protexidas, e non teñan medo de que se denuncian o seu agresor poda tomar represalias contra elas ou contra os seus fillos", subrayaron desde Mulleres en Acción do Barbanza.

Este colectivo feminista concluyó diciendo que es urgente que se tome en serio la importancia de tomar medidas preventivas como sociedad, "levando a educación afectivo-sexual aos colexios, porque o seu oco están sendo ocupado pola pornografía e por influencers de redes sociais que militan no manchismo, E o machismo, como vemos, mata".