Abrir San Sadurniño antes de que el mar barra la historia cambadesa

Abrir San Sadurniño antes de que el mar barra la historia cambadesa
Estructuras halladas en la excavación arqueológica realizada por el Concello el año pasado | gonzalo salgado

Hasta la “Wikipedia” aún define a la Torre de San Sadurniño como parte de un sistema defensivo del Arzobispado de Santiago para evitar las invasiones de pueblos “bárbaros” y herejes por mar. Y es que han sido muchos años de corta y pega, de tintes hasta novelescos en relatos sobre la historia de este bien protegido y tan característico de la localidad hasta que, en 2018, el historiador Sindo Mosteiro publica “A Torre e a sombra”, el primer trabajo con rigor científico sobre sus orígenes. Plantea su construcción entre 1490 y 1529 y como una de esas casas-torre que construían los señores de la época para establecer un punto de referencia de sus tierras y con usos diversos.


Documentación histórica y comparativas con edificaciones similares abrieron una espita ratificada por otras pruebas, como la presencia en sus ruinas de recursos decorativos con “indudables paralelismos” con la vieja iglesia de Santa Mariña de Ozo y propios de la arquitectura tardogótica. Así derribó un mito y puso la primera piedra de verdad en lo que Cambados conoce hoy del islote donde se asienta. De hecho, desde entonces, la Concellería de Patrimonio ha hecho grandes esfuerzos por poner en orden la historia de la gran desconocida isla y, prácticamente despejada la incógnita de la torre, aún quedaban (quedan muchas).


¿Un castro?

La excavación arqueológica que ejecutó el año pasado y la labor investigadora de la historiadora Alicia Padín arrojaron interesantes resultados con el descubrimientos de fragmentos cerámicos y derrumbes de estructuras que alimentaron la sed de saber más. De hecho, el departamento dirigido por el concejal Xurxo Charlín cree que esta lengua de tierra, la que fue la “Villa Vella” de San Tomé, puede ofrecer mucha información sobre otros aspectos más desconocidos de lo que hoy es el Cambados moderno porque, por ejemplo, “cara o interior do municipio si aparece na documentación medieval asentamentos estables (Vilariño, Serantellos, Oubiña, etc.) pero en canto ás tres vilas que hoxe conforman o núcleo urbano –Cambados, Fefiñáns e San Tomé– nada sabemos ata finalizado o século XIV”. Y otras cosas, porque ¿hubo un castro en el islote? Los expertos coinciden en que sería extraño pues, lo habitual y como demuestran otros próximos como el de A Lanzada, es que se levantaran en lugares de altura, y además los indicios son “pobres”. Pero, por ejemplo, los sondeos sacaron a la luz una estructura de combustión con similitudes a las aparecidas en yacimientos de la Edad de Hierro, según concluía el equipo liderado por el arqueólogo Ezequiel Mallo.


Este apareció cerca de la estructura de aspecto rectangular y de grandes perpiaños bien labrados que, “con toda probabilidad”, pertenecieron a la capilla ‘perdida’; esa que también se buscaba en las excavaciones. El pequeño templo dependía de la iglesia derruida de Santa Mariña, sita a los pies del Monte da Pastora, y hay noticias del siglo XIX de que se celebraban procesiones que iban de uno a otro para hacer ofrendas al patrón del mar, San Tomé. Y por cierto, en el monte había otro castro “moi pouco estudiado”, entonces surgen más preguntas. ¿Y si desde este se podía ver otro asentamiento poblacional situado en San Sadurniño? O ¿y si sus habitantes, o los del de Castrelo, usaban el islote para recoger marisco o para la producción de sal en el mundo galaico-romano? Y las preguntas no dejan de surgir porque en otros yacimientos próximos de O Salnés, como el de Castro Alobre, en Vilagarcía, se halló abundante material de la época imperial, pero “resulta curioso, entón, que pese a presenza tan forte da romanización nesta parte da ría, patente tanto en lugares de habitación como en factorías e portos, teñamos tan poucos restos e materiais no concello de Cambados”. ¿Dónde está esta parte de la historia cambadesa?


Preguntas y caminos por abrir que recoge la memoria que el Concello ha enviado a la Diputación de Pontevedra para acogerse a una de sus ayudas dirigidas al patrimonio arqueológico con el propósito de seguir investigando, pues “o estudio do xacemento da Illa de San Saturniño pode aclarar moitas cousas”. Además, urge porque la erosión natural y la presión humana están provocando una rápida degradación de la lengua de tierra y el mar puede barrerlo todo: “O certo é que cada ano pérdese parte da súa potencialidade arqueolóxica, polo que resulta urxente un estudio histórico e arqueolóxico, completo e rigoroso deste enclave con tantos séculos de ocupación humana”.

Abrir San Sadurniño antes de que el mar barra la historia cambadesa

Te puede interesar