La parroquia de András cuenta ya con la delimitación de un bosque autóctono de frondosas protegido en virtud de un acuerdo de colaboración público-privado. Detrás de esta iniciativa para apadrinar la custodia y preservación de las 16 hectáreas de frondosas están la Universidad de Vigo (Uvigo), la Comunidad de Montes de András y la empresa Conservas Pérez Lafuente.
Fruto de esta alianza, los impulsores colocaron ayer en la zona un cartel que identifica este proyecto de custodia y patrocinio de las 16 hectáreas. El convenio, ya ratificado, tiene una duración de cinco años y prevé la cofinanciación de actuaciones ligadas al mantenimiento del bosque, el asesoramiento técnico y el seguimiento científico, en un ecosistema donde son mayoritarios los robles, castaños y abedules.
Este pulmón verde es capaz de absorber unas 120 toneladas de dióxido de carbono al año
Esta alianza se integra en la Red de Bosques Atlánticos Antiguos, un proyecto que suma superficies adicionales en la comarca y que aspira a consolidar más bosques maduros en las Rías Baixas. La iniciativa se enmarca en una estrategia de colaboración público-privada promovida por el Observatorio de Gobernanza G3 (UVigo) para crear una red de bosques atlánticos antiguos, sumando monte vecinal, ayuntamientos, empresas y sociedad civil. András marca ahora el hito en la zona de Arousa, al poner a disposición estas 16 hectáreas, mientras los promotores trabajan para incorporar nuevos enclaves.
Tal y como hicieron público ayer, y según las estimaciones técnicas compartidas por la Comunidad de Montes, este bosque de András funciona como sumidero de carbono con una capacidad aproximada de absorber 120 toneladas de dióxido de carbono al año, devolviendo oxígeno al entorno, además de ofrecer refugio para la biodiversidad local.
Desde el Observatorio de Gobernanza G3 de la Uvigo, Óscar Briones definió el enclave vilanovés como “todo un pulmón forestal”. Desde la conservera subrayaron la importancia de “cuidar el entorno que nos da vida”.