El ascensor que atemoriza al arte

El ascensor que atemoriza al arte
Diario de Arousa-2020-02-09-012-263150dc

El arte ha tenido romances casi con cualquier objeto cotidiano. También con los ascensores. Desde los elevadores del art déco a la moda de hace unos años de convertir estas plataformas en instalaciones para entretener a sus usuarios más allá de las intrascendencias de la conversación meteorológica. 

Cosa diferente es la que ocurre ahora en Ribadumia. El colegio Julia Becerra Malvar de Barrantes vio nacer allá por 2016 una instalación artística de grandes dimensiones y que ha conseguido ecos internacionales. Se trata de “My Library” (mi biblioteca), una creación del artista y profesor de Educación Plástica del centro, Fernando Viscasillas, ahora amenazada de muerte. 

La Consellería de Educación tiene previsto realizar obras de mejora en el centro y la instalación de un ascensor es una de las necesidades demandadas, sobre todo en materia de accesibilidad. Pero la ubicación finalmente elegida obliga a destruir la obra del artista. Una decisión que el autor conoció esta semana y que ha caído como un jarro de agua fría.

Un reconocimiento amenazado
Inicialmente, la idea era ubicar el elevador en otro emplazamiento, pero ahora lo que se pretende es colocarlo justo en medio del espacio de esta instalación permanente. “Si nadie lo remedia”, lamenta Viscasillas, “vamos a ver cómo se destruye una obra que sí es considerada y valorada fuera”. Porque tanto la creación como su autor han despertado el interés más allá de nuestras fronteras. 

La trayectoria de Fernando Viscasillas ya había sido premiada en la Bienal de Florencia o representada en el primer museo de España de Arte Contemporáneo, el Macew de Tenerife. Posteriormente, la propia creación en el colegio de Ribadumia mereció un premio en Londres y supuso la invitación al pintor para exponer en la feria Art Rooms, a la que solo accedieron 70 artistas entre más de 1.100 proyectos presentados. El profesor y su instalación en los pasillos del Julia Becerra también recibieron páginas en la revista británica Art Habens. 

Homenaje literario
La obra sumerge un tramo de los pasillos del centro escolar en un collage gigante, con múltiples referencias culturales. Hay citas y llamadas a las grandes bibliotecas e instituciones docentes del mundo, como Oxford y Yale, con cuyas sedes también se contactó durante el proceso creativo. 

También están allí los grandes de la cultura universal: Premios Nobel, autores de renombre, músicos, poetas... La generación perdida, Picasso, Matisse, Erik Satie, Francis Scott Fitzgerald, Hemingway, James Joyce... Hay fotos de cada época, dibujos, poemas, textos escritos sobre las paredes, pinturas, incluso libros y pupitres cuelgan de techos o tabiques. 

Una galería sobre un mundo cada vez más olvidado, pero que sigue elevando el espíritu e inspirando a nuevas generaciones. 

Por ello, piden un indulto a la creación que pase por una modificación del elevador o un plan alternativo. Una muestra de voluntad que demuestre tanto que el arte todavía importa, como el interés de las administraciones por los profesores que “aportan su trabajo artístico para la mejor formación de sus alumnos”. Si es verdad que la pluma puede a la espada, tal vez el papel y el cartón venzan también a la piqueta.

El ascensor que atemoriza al arte

Te puede interesar