Cambados no las tenía todas consigo. El día arrancó a chaparrones, pero para cuando llegó el momento, el único líquido presente en las calles fue el vino. La LXXI Festa do Albariño comenzó con asistencia multitudinaria y un pregón cautivador. Los miembros de Teatro Caracol tomaron el Consistorio y lo convirtieron en un escenario, desplegando su bandera, ocupando sus balcones con total protagonismo –esta vez sin autoridades– y haciendo lo que mejor saben hacer: actuar y alegrar la vida de la gente.
Así arrancó esta primera jornada en la que no faltó el acto institucional de corte de cinta en el Paseo da Calzada: “Inaugurada a festa, a beber”, recomendaba el alcalde, Samuel Lago. La comitiva, de la que también formaban parte, entre otros, el conselleiro de Medio Rural, José González, y el presidente del Consello Regulador de la DO Rías Baixas, Isidoro Serantes, procedía de la Praza do Concello, donde los actores cambadeses ofrecieron una de sus funciones más especiales.
Con su acostumbrado buen humor, no faltaron los guiños a la actualidad cambadesa: “Os artistas deben cobrar polo seu traballo, pero este ano non o imos facer, imos solidarizarnos cos concelleiros que non cobran”. Hasta que su directora, Olga González, se puso ‘seria’ para agradecer el “honor e orgullo” de ser pregoneros de la fiesta y más cuando la agrupación cumple 30 años. De hecho, indicó que tienen dos cosas en común: que ambos nacieron “xuntándose uns cantos amigos e foron medrando coa xenerosidade de moita xente da nosa vila”. También realizó una mención especial a aquellos primeros padres que se subieron a un escenario para representar una obra ante sus hijos; un “reto” que se convirtió en un “proxecto marabilloso” y que ha dejado “unha pegada imborrable na vida de moita xente”.
Como buenos intérpretes, se vistieron para la ocasión, con camisetas y complementos de racimos, y no se olvidaron de su público, los miles de niños que cada año acuden a sus funciones, y sus familias, porque sus reacciones son “a nosa maior recompensa”. Pero Caracol no es cosa de una vez al año, advirtió González, “a dedicación e a paixón polo teatro enriquecen a cultura dun pobo, e Caracol crea unha cultura de estar xuntos e colaborar xuntos en proxectos alleos durante todo o ano”.
La directora garantizó que su compromiso con las artes “seguirá sendo firme” y que el legado de la compañía “perdurará no tempo”, para lanzar a continuación los vivas a Cambados y a la Festa do Albariño, acompañados de un lanzamiento de confeti y causando furor en una plaza más abarrotada que de costumbre y que gritaba al unísono: “Caracol, Caracol...”.
Y es que “foi moi especial, o grupo é moi importante para o pobo”, explicaba la cambadesa Uxía López, con familiares en la compañía. Pero no era una cuestión de cercanía, el mismo sentimiento mostraban otros vecinos como Mari Oubiña: “Encantoume, foi moi bonito”. Lo comentaba copa en mano en los puestos de A Calzada y junto a amigos de Triana y Corvillón e incluso un vigués que nunca faltan a la inauguración, y si tienen que elegir otro día, se quedan con el domingo. “A festa é agobiante para os que vivimos aquí, pero tamén deixa moitos cartos e cando nós imos fóra facemos o mesmo”, añadía esta vecina, reconociendo que nunca pensarían en renunciar a ella.
Hasta el domingo, 43 bodegas ofrecerán más de un centenar de marcas a precios que varían en función de la elaboración, pero con mínimos como 2,5 euros la copa y entre 12 y 15 la botella. Una oportunidad para degustar muchos Rías Baixas, pues, aunque el albariño es el rey, también hay tintos, godellos... No obstante, por copa, solo se puede adquirir al protagonista.
Al sector, a viticultores y bodegueros, le dedicó sus palabras de agradecimiento el presidente del Consello, quien también invitó a los presentes a asistir al Túnel del Vino que abre hoy sus puertas con 164 marcas de 66 firmas diferentes; un lugar de cata asistida y más sosegada. La autoridades pidieron disfrutar y beber con “moderación” y, en su tradicional recorrido, pararon en varios stands para brindar por los 71 años de la celebración “e que sexan moitos máis”, deseó el alcalde. Lago también quiso “poñer en valor e agradecer o traballo inxente” de trabajadores y administraciones implicadas para que estos días solo haya diversión.
Por su parte, el conselleiro de Medio Rural recordó que además de ser la “feira de exaltación dun produto extraordinario, detrás de cada botella hay paisaxe, territorio, valor engadido e historia dunha comarca”. Junto a ellos también estaban el presidente de la Diputación, Luis López, y concejales de gobierno y oposición.
Para cuando estaban pronunciando estas palabras, ya era imposible atravesar A Calzada de manera fluida, aunque antes del pregón las casetas ya habían vendido algunas copas. “No nos dan acougo”, comentaba con satisfacción José Estévez. Es el gerente de Viña Almirante, el sueño cumplido de un grupo de familias viticultoras de Portas que lleva más de dos décadas en el mercado. Pero “aquí non vimos facer números, é unha feira de contactos, con moito consumidor e isto dá a oportunidade de que proben o teu producto”, advertía.
La denominación está teniendo un año muy bueno y también lo certificaban desde el puesto de la firma meañesa Attis, nacida del sueño de otra familia saliniense y donde el goteo de personas también “é continúo”, contaba Álvaro Torres.
¿Y además del vino, qué no falta nunca en A Calzada? Las peñas. “Lambones”, con 20 años siendo los “Ramones” del Albariño, tiraron de una de las frases del año: “Lo primero de todo, ¿cómo están los máquinas?” Y en este caso, las sufaltadoras. Nada menos que 90 camisetas han encargado para esta edición. Alguna menos –pocas– suman los de “You’ll never drink alone”, que en esta ocasión no se acostarán “sen beber unha ou catro máis”. Muchos de ellos pertenecen a ese especie albariñense que pisa este epicentro del evento todos los días y si no, se piden vacaciones para estas fechas.
También se dejaron ver algunos de los emblemáticos chalecos de “Unha grande e chea” y que, en algún caso, son toda una joya familiar y un símbolo cargado de sentimiento. Y aunque este día es muy de los cambadeses, que ya calentaron motores en el “pé de cuba” –el martes– y que este año contó con actividades organizadas por el Concello, también había turistas. Por ejemplo, Luis y Encarna, una pareja de Ávila que pasa unos días en el destino Rías Baixas con sus hijos adolescentes y que venía “buscando vino”. “Por supuesto”, ya conocían al “príncipe dorado” de Cambados y “está buenísimo”, declararon. También eran primerizos en la fiesta Patricia Rubio y Roberto Maldonado, una joven pareja madrileña que venía a disfrutar del patrimonio material de Cambados y se encontró con el inmaterial. Les sorprendió el ambiente porque al protagonista ya lo conocían: “En Madrid cuando pides blanco siempre te ofrecen verdejo y albariño”, contó el joven.
Durante todo el día, A Calzada fue un hervidero de gente y por la noche llegaron la verbena y los conciertos con Belén Aguilera como cabeza de cartel y muy esperada por sus fans. Un grupo de amigas viguesas desembarcaron a las diez de la mañana en Fefiñáns para coger sitio en primera fila. Hoy le coge el relevo el reguetonero Justin Quiles –aún quedan entradas en Ataquilla.com–.
Además, la hostelería lo tiene todo preparado para recibir a los miles de visitantes de estos días. En el caso de las barras exteriores, ayer se quejaron los propietarios de un pub de la Rúa Rollo por la denegación del permiso para colocarla. Una representante, María Luengo, explicó que en la tramitación “todo fueron palabras tranquilizadoras de que no habría problema, pero un día antes nos la deniegan y, tras ir al Concello a buscar una resolución con los motivos, no nos quieren dar explicaciones”. Aseguró que recurrirán esta decisión ante las instancias necesarias, pues “estamos hablando de una inversión de casi 20.000 euros, tras contratar cuatro camareras, comprar mercancía, seguros... Hicimos todo lo que pedían, por eso no entendemos el rechazo. Nos dejan tirados en estos días que se puede ganar dinero y es nuestro medio de vida”, lamentó.
El Ayuntamiento también autoriza estos días la ampliación del horario de cierre en dos horas más y permite colocar otro tipo de puestos, como las foodtrucks de A Calzada, que este año son más –12–.