El área recreativa del Muíño do Ferreiro, en Lores, congregó hoy a cerca de trescientos comensales en la Festa dos Muíños, que cumplió este año 21 ediciones en defensa y puesta en valor de estas construcciones a orillas del río Chanca y que cuentan con gran importancia patrimonial.
La cita, organizada por el propio Concello de Meaño, contó con un menú compuesto por empanada, pulpo, carne ó caldeiro, postres y café, todo acompañado, como no podría ser de otra forma, por vinos de la DO Rías Baixas y tinto de Barrantes, los dos caldos por excelencia de la comarca.
Lo cierto, es que la temporada estival en O Salnés es sinónimo de fiestas gastronómicas, que ocupan gran parte del calendario festivo. Pero no son muchas las que pueden presumir de superar las dos décadas de historia y de hacerlo con tanta salud. Una cita que, además de la comida de confraternidad, apuesta también por ensalzar y concienciar sobre el valor patrimonial de los molinos y del concello y en la que tampoco, como corresponde en cada fiesta, no faltó la música.
Así, el concurrido almuerzo estuvo amenizado por la música de Ansuiña y el Dúo Prisma. Una vez concluida la comida llegó el turno de la sobremesa, que se prolongó hasta bien entrada la tarde con la actuación musical del grupo meisino As Lembranzas, que trata de mantener vivo el legado del folklore y el patrimonio musical con el que cuenta Galicia. Meaño puso así punto final a un fin de semana cultural, tras recibir el sábado el espectáculo ‘Historias dun mundo grande’, de Fran Ameixeiras.