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domingo | 28 abril | 2024
La gestión y retirada de algas de bancos extractivos de la agrupación de a pie ha despertado malestar por partida doble en el seno de la Cofradía de Vilanova. La falta del tractor habitual para la carga del estiércol obliga a las mariscadoras a retirar y transportar este a mano, en cajas. Ayer pudieron ser vistas en un afanoso trabajo, acarreando las cajas por la zona de A Ansuíña y O Esteiro, de un lado para otro.
“A limpeza é a man, en caixas, volvemos ao traballo de tempos dos exipcios”, señalan desde el sector crítico, apuntando directamente a las personas al frente de la gestión de la Cofradía.
No obstante, ese malestar es compartido, justamente, en los cargos directivos, aunque también en otro sentido, por otros motivos. El patrón mayor, Lino Díaz, reconoce lo que ocurre, pero precisa que el problema se da en la agrupación de a pie. Preguntado sobre el particular, el nuevo presidente de este colectivo, Óscar Fernández, explica así la situación: “Es mucha casualidad que justo cuando entro yo, no haya camión”. El presidente de a pie recela de lo ocurrido, indicando que, desde hace años, se servían de una empresa que “tiene tractores y barcos” para estas acciones de transporte en las limpiezas. “Ahora que la llamamos nosotros, la primera vez, pues no vienen. No sé el motivo”. Dice que no obtiene respuestas e insiste en que “es mucha casualidad”. Lo cierto es que Fernández acaba de tomar las riendas de la agrupación, tras la abrupta dimisión de cuatro directivas —incluida la anterior presidenta— en los últimos días, en medio de un ambiente enrarecido y polémico en el Pósito.
El presidente lamenta también que las mariscadoras se vean forzadas a este trabajo a mano, ya que lo contrario sería “dejar morir el marisco”. Entretanto, trabajan en una solución: Recuperar el viejo tractor de la Cofradía. Sin embargo, podría tardar aún unos días, porque debe ser reparado y, después, pasar la ITV antes de poder regresar a la playa.
