El CIMA de Corón es desde hoy Centro de Investigacións Mariñas de Galicia. La Xunta añade el topónimo gallego a la denominación oficial del centro que, desde 1975, se levanta, literalmente, sobre el mar en este lugar vilanovés. Se trata de un cambio simbólico anunciado durante el acto de conmemoración de los 50 años de trayectoria del centro, que esta tarde llevó hasta este rincón en la Ría de Arousa al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y a la nueva conselleira do Mar, Marta Villaverde, entre otras autoridades.
Además, se ha editado un libro que recoge publicaciones y pósters enviados a la participación en congresos durante todas estas décadas, incluyendo también los cuadernos marisqueros desde los años sesenta. Se trata de una edición limitada a 200 ejemplares, numerados. “Una obra de arte”, valoró el director del CIMA, Carlos Gabín, que hizo entrega del número 1 al presidente.
Una exposición, en el mismo edificio, ‘50 anos na beira do mar’, hace repaso a la historia y logros de esta institución.
A lo largo de este medio siglo, el centro se consolidó como un referente internacional, con más de 850 comunicaciones científicas realizadas, 350 publicaciones especializadas y cerca de 40 tesis doctorales. Además, cuenta con un plan de investigación estable hasta 2027, con un presupuesto próximo a los tres millones de euros. En cuanto al personal, actualmente son 35 los profesionales que trabajan en el CIMA —con centros en Vilanova y Ribadeo—, en áreas clave como la oceanografía costera, los recursos marinos, la acuicultura y la patología de moluscos.
La conselleira recordó cómo en los años sesenta, en el marco del plan de explotación marisquera de Galicia para potenciar cultivos marinos, se inició en este lugar el “cultivo de ostra plana”, instalándose además un parque de cultivo. Aquello serviría para un primer bautizo, no oficial: la “ostrícola”, como recordó durante su intervención el alcalde, Gonzalo Durán. Fue él quién recordó, también, el largo tira y afloja sobre el topónimo. Porque el hoy CIMA se levantó en el término municipal de Vilanova, pero sobre terrenos que pertenecían al ámbito de la Cofradía de Vilaxoán. No fue, pues, infrecuente, que se conociese entonces como la “ostrícola de Villajuan”.
María José Cores, que firmó su primer contrato en el CIMA, justamente, en 1975 y que trabajó en el centro durante 47 años comenzó su intervención señalando precisamente ese hecho: lo difícil que es hoy encontrar a alguien que hubiera trabajado tantos años en el mismo lugar y de forma ininterrumpida. Por su amplia trayectoria, fue la persona que representó en el acto a todo el personal, arrancando risas cuando hizo alusión a las recurrentes goteras del edificio, y recordando a Luis Losada como uno de los impulsores; a Alfredo Padín, como el patrón mayor de Vilaxoán que autorizó la cesión de los terrenos o a Salvador Cores, su propio padre, “o manitas do centro”. El cierre de su alegato, deseando otros cincuenta años de “máis ciencia, máis paixón e menos goteiras” recibió la mayor de las ovaciones.
Rueda cerró el acto y comenzó su intervención reconociendo la “semana complicada en la Consellería do Mar” tras la salida de Alfonso Villares, denunciado por la presunta comisión de una agresión sexual. Agradeció a la nueva titular la “valentía por aceptar o posto”, resaltando que “unha semana, en determinados postos, curte bastante”, en alusión a la dureza de situarse al frente de este departamento.
El presidente autonómico avanzó que reforzarán la investigación con un plan en tres frentes, con acciones que “afloren” nuevos talentos, otras para “retelos” en Galicia y un tercer foco para intentar “captar” el talento emigrado.
Finalmente, recordó la “oportunidade” y también la “responsabilidade” de aumentar las competencias en materia de gestión del litoral, que Galicia asumirá a partir del próximo 1 de julio.
La PDRA protesta ante la presencia de Rueda: “A Ría é nosa e non da celulosa” |
La Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA) convocó hoy de urgencia una protesta en el entorno del CIMA, tras tener conocimiento de la visita del presidente de la Xunta y de la conselleira do Mar. Lo hizo tanto por la “situación de abandono da Ría” como por el “total desacordo con louvar e protexer a un presunto agresor sexual, en vez de solidarizarse coa presunta vítima”.
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