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lunes | 6 mayo | 2024
“Almanzor atacó Vilanova y muchos no lo saben”, explicaba ayer su alcalde, Gonzalo Durán. Y es que se trata de un dato curioso que vincula la historia local con las campañas de este temido caudillo andalusí contra la expansión de los reinos cristianos, allá por el año 900 D.C., y que llegó a arrasar Santiago y a llevarse las campanas del templo donde ya se rendía culto y peregrinaba por los restos del apóstol.
Son muchas las incógnitas sobre los orígenes del municipio, con más de 2.000 años de historia, y es por ello que el Concello se empeña desde hace unos pocos en desenterrar su pasado, literalmente. De hecho, ayer mismo Durán firmó un convenio de colaboración con el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, para destinar 60.000 euros a excavaciones arqueológicas en el castro de Cálago, donde habría empezado todo. Los trabajos empezarán el próximo mes con las primeras 20 jornadas de trabajo sufragadas con 30.000 euro de las arcas autonómicas.
La “villa nueva”
Hoy los vecinos viven en la “villa nueva” y de ahí el nombre del municipio, pero se sabe que sus orígenes fueron en una zona más elevada del pueblo, en Cálago, y poco más. “Queremos saber hasta qué siglo estuvo habitado y encontrar el monasterio destruido por los vikingos”, explicó el regidor, quien no entiende “porqué no le dedicamos tiempo a la historia local en los colegios” y está dispuesto a hacer algo al respecto. Así, propondrán visitas de los centros para contemplar en directo la excavación arqueológica y la Xunta ofrecerá visitas concertadas, ademas de crear un blog.
Los trabajos parten de unas catas previas y análisis del terreno con georradar –sufragado también por Cultura– y se ejecutarán en una superficie de 130 metros cuadrados, en la terraza norte, junto al cementerio, y por dos motivos. “Pola presenza da antiga igrexa románica, entón é probable atopar restos vinculados ao mosteiro, e a maiores, o xeorradar detectou estruturas que non sabemos se son habitacionais, de almacén, etc.” explicó el arqueólogo Francisco Alonso, de la empresa encargada, Estela Arqueoloxía e Patrimonio.
Una vez terminada esta fase, se datarán los hallazgos, porque el castro estuvo ocupado durante varios siglos (se habla de 1.000 años) y un restaurador ayudará en el proceso de conservación para evitar deterioros mientras no se inicia la segunda excavación, ya en 2019 y con 30.000 euros procedentes de las arcas municipales. Todo ello se sumará además a los restos cerámicos ya encontrados y que hablan de comercio marítimo en Vilanova en la época romana. Y es que, por lo que sabe hasta ahora, el castro data de la Edad de Hierro y con posterioridad, en la Edad Media, se instaló el monasterio desaparecido.
“Orgullo do que fomos”
El conselleiro Román Rodríguez cree que se trata de un proyecto “ambicioso e ben orientado” que permitirá descubrir este “castro especial, porque está moi metido na trama urbana, e que ten valor didáctico e como recurso turístico”. De hecho, el titular de Cultura destacó que la Torre de Cálago junto a las de A Lanzada, Catoira y Rocha Forte, en Santiago, conformaban un sistema de alarma contra los invasores normandos. Pero sobre todo que “hai que coñecer a nosa historia e ter orgullo do que somos e do que fomos porque iso permite abordar o futuro con máis forza”. l
