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viernes | 26 abril | 2024
El puente que cruza el río Armenteira se abrió ayer al tráfico tras más de año y medio de obras de reconstrucción porque la antigua estructura se estaba hundiendo y suponía un peligro. Así, los vecino recuperan la conexión directa entre las parroquias de Sisán y Barrantes que les proporcionaba este paso que además se ha mejora para acoger una senda peatonal, así como para resistir futuras crecidas.
Su entrada en funcionamiento reunió a autoridades municipales y de Augas de Galicia, como la alcaldesa, Salomé Peña y el director del organismo, Francisco Menéndez. Estos explicaron que los trabajos sufrieron retrasos porque la tubería de agua potable de O Grove pasaba por debajo y fue necesario dejar pasar el verano para no desabastecer a la población, que en la época estival se triplica. Además, la línea aérea eléctrica impidió el uso de grúas de gran tamaño y, de hecho, obligó a utilizar micropilotes.
Con todo, los técnicos y el director de la obra afirmaron que el nuevo puente es firme y duradero. De hecho, se aumentó la luz de los 10 a los 20 metros, permitiendo situar los estribos fuera del cauce del río, facilitando el desagüe y evitando que sea un obstáculo para el caudal en los momentos de crecida, una situación que también provocó el deterioro del original, además de su diseño “pouco funcional”. También se ha dejado espacio suficiente para la futura senda que conectará Barrantes con la desembocadura del Umia y cuya ejecución se está negociando, según la regidora.
El hundimiento de parte de la estructura se detectó en 2012 y fue en octubre cuando se cerró al tráfico, dejando a los vecinos de Barrantes y Sisán sin un enlace directo. De hecho, Peña agradecía ayer la “comprensión” de los vecinos durante el tiempo de ejecución.
La reconstrucción ha tenido un coste de 240.000 euros y ha sido realizada por la empresa Tragsa, en estrecha colaboración con técnicos de Augas de Galicia y del Ayuntamiento de Ribadumia, como apuntó el presidente del primero.
