Una oferta lanzada por un supermercado de la marca Lidl en Santiago despertó las protestas del sindicato Unións Agrarias. En concreto, se trataba de un albariño de la DO Rías Baixas por un precio de 4,98 euros y que consideraron “por debaixo de custos”. “Unha promoción inadmisible coa que a cadea incorreu nun novo caso de venda a perdas que Unións Agrarias porá en coñecemento da AICA e da Comisión Nacional dos Mercados e da Competencia”, señalaron desde el sindicato en un comunicado.

“Con ese prezo resulta claro que non se están a cubrir os custos de produción dos distintos elos cadea”, señaló la organización, que destacó que solo la uva precisa para elaborar el vino de una botella se situaría en los 3 euros, a los que habría que sumar los costes de elaboración y transporte a la bodega, el embotellado, etiquetado, corcho, transporte y los márgenes de la propia distribución. 

En esta línea, el sindicato agrario recalcó que al poner un precio tan bajo por botella de vino se “banaliza” y desprestigia la calidad del vino, al tiempo que se perjudica a los trabajadores del sector al no poder cubrirse los costes. Además, insistieron en el momento especialmente delicado que atraviesa el sector vitivinícola por la política arancelaria que pretende imponer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que afectará a denominaciones de origen que tienen un alto nivel de exportación como es el caso de Rías Baixas.

Unas acusaciones que negó la cadena, que desmintió “cualquier tipo de incumplimiento por nuestra parte en relación a la Ley de la Cadena Alimentaria” y apuntó que su “modelo de negocio se centra en reducir costes a través de un surtido optimizado, centralizando las compras para varios países, optimizando procesos y simplificando servicios”; y que ese “ahorro” logrado lo “aplica directamente al precio de venta” de sus productos.