Descaro sin límites

Fue Abraham Lincoln el que dijo: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todos todo el tiempo”. Me viene esta afirmación como anillo al dedo para tratar el descaro socialista al haber criticado a los grupos parlamentarios europeos que llevaron al pleno de Bruselas el asunto de la amnistía. El tal Patxi López llegó a decir que ese es un asunto interno de España y que debía tratarse en territorio español. 


Este personaje, otrora crítico máximo de Sánchez y ahora su “leal” mayordomo, llegó a preguntarle a Sánchez si “sabía lo que era una nación” es, hoy por hoy, el sanchista más destacado y al criticar que el tema de la amnistía se debatiera en Europa, olvidó que el mismo y el partido socialista han aceptado una mesa de “diálogo y negociación” en Bruselas con Puigdemont y dos verificadores internacionales para controlar la gobernabilidad de España. Estoy convencido de que nos toman por tontos, ofenden nuestra inteligencia con tal naturalidad que ya es irritante. 


No les llega con haber afirmado que la amnistía era inconstitucional, que Junts era el Le pen español, que traerían a Puigdemont para ser juzgado y decirnos ahora todo lo contrario sin ponerse ni siquiera colorados. Oiga ¡ya está bien! No cabe duda de que hay muchos españoles que les creen y les aplauden, ahí están los votos obtenidos en las últimas elecciones generales, pero no es menos cierto que les votaron cuando afirmaban y se comprometían a todo lo contrario de lo que están haciendo, eso sí, con la esperanza de que el tiempo pase y la gente se olvide del “tangazo” que les metieron. Me temo que en esta ocasión se han pasado diez pueblos y que la gente no celebra ser engañada porque, si algo se ha asentado en el imaginario colectivo de todos los españoles es que todas las cesiones de Sánchez a los separatistas tienen su base en la necesidad de comprar esos siete votos que se necesitaban para amarrar la investidura al precio que fuese. 


Lo cierto es que el precio fue alto, y lo que nos queda por ver, pero no es menos cierto que Sánchez paga con “pólvora del Rey”, vamos que la investidura de Sánchez la pagamos todos los españoles para mayor satisfacción de los separatistas catalanes. Ya se frotan las manos los señores Puigdemont y Junqueras, preparan su estrategia para plantear un nuevo referéndum de autodeterminación al que Sánchez no se podrá negar porque no les puede decir que no a nada, si quiere seguir en la Moncloa y ya les digo que quiere y a cualquier precio, lo tiene más que acreditado. Con algunas dudas, lo reconozco, sigo pensando que los españoles tenemos memoria y que nos queda algo de dignidad, pero pienso también que ha llegado el momento de poner pie en pared y pedirles. incluso a los militantes socialistas que recuperen para España a ese partido que fue fundamental en la transición y ya de paso que puedan salir a la calle de nuevo con la cabeza alta porque, ahora mismo, me temo que habrá ciudadanos que los miren con enorme desconfianza, la que se han ganado a pulso.

Descaro sin límites

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