Los extremismos reaccionarios al alza

De EEUU nos vino la primera democracia moderna y también nos vino el mal ejemplo de quiebras económicas y últimamente el odio político y pautas de conducta de extremismo impulsado por un estrafalario e irresponsable presidente Trump tan propagandista que prometió arreglarlo todo con mentiras y rompiendo las reglas a todos los niveles, incluido haber promovido  el asalto al Capitolio, lo mismo que están haciendo en estos momentos los partidarios de Bolsonaro asaltando el Parlamento de Brasil. Bolsonaro está en EEUU seguramente con los documentos oficiales secuestrados como hizo Trump en  EEUU.


Los extremismos en los países democráticos vuelven a recordarnos que fueron la causa de la Segunda Guerra Mundial y van en aumento con el consentimiento de votantes descontentos porque hay un mal reparto de la riqueza impuesta por las grandes empresas que da la impresión que mandan más que los gobiernos democráticos y además disponen de grandes grupos de comunicación que le hacen el juego a los mensajes catastrofistas en la creencia que dice verdades como puños, pero debieran de saber que no solucionarían sus problemas en caso de que ganaran. Si llegan al poder serían perjudicados por la pérdida de derechos hoy reconocidos en la Constitución gracias al progresismo de los partidos democráticos. No se acaba de entender como gente que fue emigrante ahora no puede ver emigrantes por culpa de ciertos partidos extremistas que les calientan la cabeza a la gente culpándolos de que nos vienen a comer el pan. Las extremistas están contra las libertades y la democracia, la paz conseguida tras la Segunda Guerra Mundial, que también fue provocada por el fascismo y el nazismo, lo mismo que pretenden ahora.


En los países democráticos se ganan derechos con la promulgación de leyes cívicas como el divorcio, el aborto, contra la violencia machista, la eutanasia, derechos de LGTBI y libertad de opinión. Pero dichas leyes no obligan a nadie a hacer uso de ellas. Pero los partidos extremistas las quieren eliminar e imponer a los demás lo que ellos no practican. Aman tanto la libertad que la quieren para sí solos. Pero una vez dicho esto, los partidos democráticos debieran hacer reflexiones para prevenir los efectos del auge de la extrema derecha, para evitar que lleguen a gobernar y quedar como partido único eliminando a los demás como hicieron en la Segunda Guerra Mundial. Cabe preguntar, ¿cómo es posible que alcancen tanta  masa electoral habiendo tan pocos  ricos? Esto demuestra que la mayoría es clase obrera, llegan a votar al partido de una ideología  basada en la violencia sometiendo a la población a una disciplina cuartelera y sin derechos. Aunque tenemos acceso a universidad mas que nunca, sin embargo poco sabemos de la historia política del pasado mas triste, que puede volver.


La democracia suele dar cabida a todas las ideas, religión y derechos individuales, por eso siempre es atacada por los más brutos que buscan acabar con ella y no mejorar la calidad de la vida de la ciudadanía. Por eso todos los demócratas y cuídanos debemos de defender, dentro de la discrepancia solo admitida en democracia que lo permite. Por estas razones los partidos democráticos tienen que dar ejemplo de trabajo honesto, preocuparse por los problemas de la sociedad  respetándose mutuamente sin dejarse arrastrar por estos extremistas que buscan votos poco reflexivos en río revuelto.

Los extremismos reaccionarios al alza

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