Se echan de menos los contrapesos que actúen a tiempo con neutralidad y profesionalidad. No hay verdadero interés por acabar con la corrupción a pesar qué según datos, España tiene más órganos de control que cualquier país de la UE. Las escaramuzas que de vez en cundo se están dando, semejan ser actos propagandísticos, porque en cada registro que hacen están presentes los medios de comunicación y luego cada uno interpreta y especula a cual peor, lo que aún no está probado. ¿Recuerdan la “operación orquesta” un juez registrando el maletero del coche de un alcalde retransmitido en directo?. Tanto ruido con acusaciones graves a varios alcaldes de la Costa da Morte para quedar en nada. Los mismo pasó con el caso Campeón imputando a tantos para quedar en nada. Pero los daños y descrédito de personas y gastos ocasionados a particulares y administraciones públicas causados nadie los repara.
Los órganos de control están compuestos por funcionarios que no debieran de necesitar airear sus pesquisas como si de políticos se tratara. Deben ser responsables de mantener en secreto de sus investigaciones y ser discretos, lo mismo que los tribunales, en mantener en secreto del sumario sin filtraciones como viene ocurriendo que demuestra que en dichos órganos también hay corrupción.
La credibilidad y eficacia de los órganos de control debe ser superior de los partidos políticos donde pueden entrar canallas sin oposición ni control. Los políticos son como el agua que pasa una vez por debajo del puente mientras los funcionarios se quedan, son puente. Los órganos de control como los jueces y fuerzas del orden público, pueden detener políticos, mientras estos no los pueden detener a ellos. De ahí su importancia y responsabilidad de preservar el Estado de Derecho. Todo su trabajo debe desarrollarse en secreto hasta que se celebre el juicio, porque de lo contrario siempre habrá el juicio mediático paralelo sin posible reparación en caso de ser inocentes.
Hay que acabar con las escaramuzas que hacen los órganos de control para impresionar y justificar su buena labor. Los funcionarios tienen su puesto asegurado, no necesitan propaganda como los políticos. Ya vemos que ponen todos su esfuerzo en calumniar e insultar al adversario dejando nuestros problemas de lado.
Hay más corruptos y corruptores que los conocidos por falta de trasparencia en las instituciones, dado que los partidos políticos que se turnaron en el gobierno, persiguen acaparar todo el poder causante de la corrupción.
No todos los corruptos corren la misma suerte y la mayor parte de las veces son descubiertos por peleas entre ellos. Los corruptos juegan con ventaja frente a las personas honestas. Donde no hay transparencia siempre habrá corrupción. Y ahora en las administraciones se escudan en Ley de Protección de Datos que contradice la Ley de Transparencia ocultando información obligando a los ciudadanos a recurrir a los tribunales con los gastos que ocasionan para conseguir los derechos negados y atascando los juzgados.
Los corruptos son como los zorros cautelosos, se deslizan seguros y lentamente papando a las gallinas sin que se den cuenta. Yo conocí a más de uno que trepó a lo más alto y ahí sigue enrollándose con la izquierda y derecha, unidos por negocios raros gracias a los contactos en las puertas giratorias. Mientras otros con más valía cívica y honestidad fueron machacados por estos. Y ahí siguen en las puerta giratorias.