Definir cuándo se siente atracción hacia alguien puede llegar a ser complicado, puesto que intervienen muchas variables como las biológicas o las culturales, pero igualmente es un concepto muy abstracto y no existe un consenso.
Los psicólogos y científicos llevan años pretendiendo saber por qué y cómo ocurre; por qué nos atraen unas personas y no otras, y existen numerosas investigaciones al respecto.
Pero lo que está claro es que cuando se siente una atracción fuerte hacia alguien, nuestro lenguaje corporal comunica muchas cosas, se sienten nervios y es muy posible que cueste dar el paso de acercarse y hablar.
Cada uno tiene su forma para romper el hielo con una chica, algunas locas y otras que son más naturales y que pueden dar opción a una conversación interesante o, al menos, hacer que captes la atención de la otra persona durante unos minutos.
El arma más infalible para conquistar a una mujer es sacar a la luz tu sentido del humor. El reírse relaja, genera confianza y crea una conexión, por lo que sin duda, es la mejor actitud para destensar el momento.
A partir de ahí todo resultará más fácil para que la conversación pueda ser más fluida y si quieres conocer mejor a una persona en ese primer encuentro hay algunas preguntas clave con las que se pueden descubrir muchas cosas.
¿Qué es lo primero en que te fijas cuando conoces a alguien?
Las preferencias varían con la edad. Cuanto más joven se es mayor prioridad toma el atractivo físico pero cuando se van sumando años, cualidades como la educación, la inteligencia, la edad, los ingresos económicos, la confianza o la conexión emocional cobran más importancia.
Un estudio reciente sobre neurociencia y psicología descubrió que el cerebro procesa instantáneamente la apariencia de una persona que se encuentre enfrente nuestra. En menos de dos segundos se hace un juicio de su forma de vestir, su complexión...
Sin que esa persona haya dicho nada, nuestro cerebro interpreta muchas cosas y, como se suele decir, la primera impresión es lo que cuenta.
Después es cuando entran en juego cualidades físicas por las que se puede sentir atracción como son la voz, movimientos, el olor…
Así es, el olor es probablemente un factor determinante. Cada persona desprende un olor característico que está impregnado de feromonas y son las sustancias químicas que despiertan la atracción sexual.
Todos estos mediadores químicos son capaces de establecer de quién nos enamoramos e influyen de manera directa en el denominado ‘flechazo’. Es un medio de comunicación que afecta en la toma de decisiones.
Es cierto que todo esto también depende de si se busca una pareja sexual o si se tiene la idea de encontrar una pareja con la que se quiere llegar a tener una relación de manera indefinida. En ambas situaciones se plantean objetivos y necesidades distintas.
Incluso puede ser tal la diferencia que existe según lo que se busca, que la atracción sexual puede ser completamente independiente de lo que uno cree que le conviene y con frecuencia, también es diferente de lo que conscientemente se elegiría en una pareja sentimental.
En cuanto a una relación a largo plazo, generalmente un hombre pretende en este orden a una persona con la que tener satisfacción sexual, compartir aficiones, que de y tenga libertad, que muestre confianza, alguien que admire y apoye sus logros, actitud positiva y capacidad para solucionar problemas.
En su caso, las mujeres colocan el sexo satisfactorio en cuarta posición y la primera demanda es la devoción y el compromiso. Que cada miembro de la pareja tenga siempre presente al otro en todo momento, sin estar juntos.
¿Cuestión de físico o de química?
Después de todos estos datos, queda patente que en un primer momento el físico puede ser un punto determinante. Según distintas investigaciones, para los hombres la figura de una mujer que se asemeja a un reloj de arena resulta más atractiva y las mujeres prefieren a los hombres con hombros más anchos.
Tanto para los hombres como para las mujeres, las personas que tienen la cara y el cuerpo más simétrico genera una mayor atracción, y esto es debido a que el cerebro asocia la simetría con tener una buena genética.
Pero hasta el color con el que vestimos influye. El rojo es el color de la atracción y según afirman algunos estudios, hace que otras personas nos deseen más, es decir, acrecienta el poder de seducción.
Definitivamente, el deseo tiene un fuerte componente mental y son muchos los factores que influyen en la elección de una persona u otra.
Cada persona es diferente y por eso, mencionamos lo abstracto que resulta definir el término atracción. Se pueden apuntar generalidades que los hombres y mujeres describen, pero al final influyen cualidades que se escapan completamente de la razón.