El gobierno de Caldas salió al paso a las advertencias del Partido Popular por una supuesta “situación límite” en la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) del municipio, que estaría “ao borde do colapso”. Así, el edil Jacobo Pérez denunció el “oportunismo” de los populares y negó la denuncia de la formación: “Non existe ningún tipo de perigo de falta de suministro”.

En este sentido, el socialista aclara que esta “ficticia alarma social” surge por un proyecto que se está elaborando —y cuya partida se incluye en el presupuesto municipal para este año— para aumentar la capacidad de depuración actual y, así, garantizar el suministro. En cualquier caso, recuerda que “non houbo restricción nin­gunha nos últimos anos con sequías importantes na zona” y que, si bien sí se está restringiendo el uso del agua para el riego de zonas verdes, es una práctica habitual que se hace cada verano, principalmente por la llegada de visitantes y peregrinos que aumentan considerablemente la población de la villa termal en la temporada estival.

“Esta é a forma de traballar do PP”, censura Pérez, que también critica que “vaia un paso por detrás” y que cree una alrma social “que non existe”.