CUNTIS-El Valedor interviene ante el caso de un menor saharaui al que se le niega la ficha para jugar al fútbol

El Valedor do Pobo ha abierto de oficio una queja para investigar el caso de un menor saharaui que reside en régimen de acogida con una familia de Cuntis y al que se le niega la ficha federativa para poder jugar al fútbol.
El problema deriva de la normativa de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que no considera válida la firma de los acogedores como responsables legales del menor al que se le tramita la ficha.
La situación se complica dado el “estatus político-administrativo del Sáhara”, indican desde el organismo del Valedor, ya que según la normativa aplicable al caso, estipula que si el niño no dispuso de ficha antes de los doce años en su país de origen, no podrá jugar al fútbol en el exterior.
Con todo el Valedor considera que la norma en vigor “vulneraría los derechos fundamentales de los menores” y por eso insta a la familia afectada a pedir la intervención del Comité Galego de Xustiza Deportiva.

iniciativa propia
José Julio Fernández, el alto comisionado parlamentario, decidió actuar por propia iniciativa al conocer el caso de la familia cuntiense. El menor, aunque regresa a su país de procedencia cada verano, tiene su tarjeta de residencia y está escolarizado en la Comunidad Autónoma. Además, considera el Valedor que “la práctica de la disciplina deportiva, en concreto del fútbol, favorece su integración en la comunidad en la que vive y mejora su socialización”. De ahí que “los impedimentos notorios para formalizar su ficha federativa puedan colisionar con los derechos del menor”, añaden desde la institución.
Por ello, ha dado traslado ya de este proceso a la Secretaría Xeral do Deporte, que mostró “idéntica preocupación” “por el hecho de que las actuaciones administrativas puedan impedir la posibilidad, sobre todo en el caso de los niños y niñas, de la práctica deportiva”.

otros diez casos
El citado departamento autonómico comunicó al Valedor que existirían en Galicia otros diez casos similares.
Los motivos de la rigidez en la norma derivan, a su vez, de un estricto reglamento de la FIFA en relación a la protección de los menores de edad ante posibles abusos en las transferencias internacionales de jugadores.