Máximo Sar cuenta ya con una plaza en la Caldas que tanto retrató en su trabajo como escritor y a cuyo dinamismo cultural contribuyó de forma importante. Ayer tuvo lugar un acto que estuvo presidido por los alcaldes de la ciudad termal y de Padrón, municipio de nacimiento de Maximino Rodríguez Buján.

Máximo Sar, pseudónimo que utilizaba, llegó a Caldas para ejercer su faceta menos conocida, la de juez, en los años cincuenta. Desde entonces, residió en una localidad que pronto le enganchó y de la que siempre quiso saber más. Por ello, se destacó por ser uno de sus estudiosos, publicando artículos sobre la historia y las costumbres de Caldas, y de otros lugares de las comarcas de Ulla-Umia y de O Salnés, en diversos periódicos, entre los que figura Diario de Arousa.

Máximo Sar fue miembro del patronato de la Fundación Rosalía de Castro, así como de los endovélicos, movimiento cultural muy significativo en Caldas. Sus miembros no se quisieron perder el acto de homenaje, al que también asistieron familiares de Máximo Sar.

Además de por el alcalde, el Concello de Caldas estuvo representado por el concejal de Cultura, Manuel Fariña, que destaca el activismo cultural de Sar, incluso hasta la hora de su muerte, el año pasado y cuando ya rondaba el siglo de vida. La Xuntanza Endovélica que tanto disfrutó se reactivó ayer en su honor,  nombrando un nuevo miembro: Carlos Fernández Coto.