El cuerpo sin vida de Manuel Santos Rego, de 58 años, natural de Santa María do Xobre, pero que actualmente residía con su pareja en la parroquia ribeirense de Castiñeiras, fue hallado muerto a primera hora de esta mañana en el interior de su vehículo, un Seat Exeo, que estaba estacionado en el aparcamiento del relleno portuario de A Pobra. Fue un particular el que pasadas las nueve de la mañana pasó por las inmediaciones de ese coche y le llamó la atención que la persona que se encontraba sentada en el asiento del conductor y con las manos sujetando el volante no se movía, pero desconocía lo que le podría pasar.
Fue entonces cuando, según pudo saber este periódico, ese testigo contactó con el Centro Integrado de Atención ás emerxencias (CIAE) 112 Galicia para informar de ello, pero sin dr por hecho que la persona estuviera fallecida. Con la información facilitada, los gestores del servicio de coordinación de las incidencias en la comunidad autónoma gallega acisaron a la Policía Local pobrense, Hasta el lugar se desplazó una patrulla de agentes municipales, que se encontraron allí al alertante , aqsí como a una sanitaria que pasó por allí y se detuvo a ayudar, y les indicaron que indicaron estuvieron golpeando el cristal de la ventanilla, pero que el varón que estaba dentro no reaccionaba y tampoco se le hinchaba el pecho.
Los agentes municipales rompieron en primer lugar la ventanilla trasera izquierda, pero no podían acceder al cuerpo, por lo que luego hicieron lo mismo con la ventanilla del lado del copiloto, desde donde pudieron abrir la puerta del conductor para poder prestarle asistencia, pero nada más tocarlo comprobaron que no tenía pulso y seguía sin reaccionar. Por ello, se informó de ello al 112, que movilizó a la Guardia Civil y a Urxencias Sanitarias de Galicia-061, que movilizó una ambulancia de Soporte Vital Básico, con el equipo médico del centro de salud de la villa, que sólo pudo confirmar el fallecimiento. En el lugar también se presentaron voluntarios de la agrupación de Protección Civil para interesarse por lo sucedido y ofrecer su colaboración para lo que fuera necesario.
Fue entonces cuando se contactó con el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), que desplazó a una médico forense para que procediera al levantamiento del cadáver, junto con empleados de Pompas Fúnebres del Noroeste, que lo trasladó al Hospital Provincial de Conxo, en Santiago de Compostela, para que le sea practicada la autopsia, en la que se determinarán las causas del fallecimiento. No se encontraron signos de violencia, por lo que se cree que la muerte le sobrevino horas antes del hallazgo por causas naturales, posiblemente tras sufrir una indisposición.