El delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, Agustín Reguera, visitó ayer las obras de construcción de la senda peatonal de la Avenida da Ponte, en la PO-548, en Catoira. Se trata de la primera fase del proyecto que pretende dotar de aceras desde el Concello vikingo a la gasolinera y que apenas cubre 120 metros con una inversión de 48.000 euros.

Se trata de una demanda histórica, al ser un punto negro de accidentes, lo que provoca la necesidad de garantizar la seguridad de la movilidad peatonal. La actuación, que promueve la Consellería de Vivenda e Planificación de Infraestruturas, tiene como objetivo fomentar una movilidad sostenible, saludable y segura del vecindario y consiste en una senda peatonal de hormigón de cerca de 120 metros de largo y que cuenta con un ancho de 2,8 metros en las zonas más amplias y de 2 metros en las más estrechas. La actuación contempló además la instalación de una tubería de drenaje de aguas pluviales.

Reguera aprovechó la visita para ensalzar la importancia de esta obra y recordó que “a Xunta seguirá levando a cabo actuacións que fomenten a mobilidade sustentable, o deporte ao aire libre e, por suposto, a seguridade viaria”.