La ANPA de Rubiáns, harta de que desde la Consellería de Educación reboten su petición a la de Mobilidade y viceversa, apela directamente al "mandamás", explica Cristina Angustia, presidenta del colectivo. Esta mañana desde la directiva registraron una solicitud de reunión con el máximo mandatario gallego, Alfonso Rueda, para tratar lo que consideran una "discriminación" con respecto a otros colegios.

Llevan ya 17 años sufriendo una situación que complica la conciliación de las familias, pero que también supone obstáculos para los niños y niñas, especialmente a la hora de comer, ya que solo disponen de treinta minutos. Es decir, en el CEIP de Rubiáns comienzan las clases a las 9:50 horas, especialmente complicado para los progenitores que trabajan, que son mayoría. "Hay que tener en cuenta que, desde el covid, muchos ya tienen jornada continua. Hay que tirar de familiares, pero para los que pueden", se lamenta Angustia.

De hecho, el centro solo dispone de hora y media del Plan Madruga. La situación también es complicada a la hora de comer. Las clases finalizan a las 14:50 horas y el autobús pasa a recoger a los niños a las 15:30, por lo que apenas tienen media hora para comer, después de ponerse los abrigos, recoger, salir del aula, llegar al comedor y lavarse las manos. "Son niños que van desde Infantil hasta 6º de Primaria", destacan desde la directiva de la ANPA, que explican que hay que pararse especialmente con los más pequeños, que aún están aprendiendo a comer, les cuesta más y hay que enseñarles hábitos.

Recogidas de firmas

Además de la solicitud de reunión con Rueda, la ANPA ya emprendió otro tipo de movilizaciones. Presentarán dos mociones, una en el Pleno de Vilagarcía y otra en el Parlamento de Galicia, ambas a través del BNG. Además, recogerán firmas el viernes 20 en el centro cultural de O Souto; el sábado 21, en la Praza de Galicia y también en la Praza de A Peixería, durante un evento del Club Vilagarcía.

Los problemas se remontan al año 2007-2008, cuando se cambió de jornada partida a jornada continua. Desde entonces, son numerosas las quejas que presentaron las familias, que ahora están dispuestas a llegar hasta el fondo para que el CEIP Rubiáns tenga unos horarios justos. Lo hacen precisamente en el momento en el que va a salir a nueva licitación el transporte escolar.