El centro de Vilagarcía se quedará días sin farmacia de guardia al entrar las de la periferia en los turnos

Los vecinos de Vilagarcía y de aquellos concellos dependientes directamente del PAC de San Roque verán modificadas a partir del 1 de enero las normas que rigen el funcionamiento de las farmacias en la localidad. Si hasta ahora los vecinos acudían únicamente a las farmacias del centro urbano, a partir del próximo año tendrán que modificar sus hábitos, dado que las de la periferia entrarán en esos turnos de guardia (tanto por la noche como durante los fines de semana y festivos).

La decisión parte del Colegio de Farmacéuticos después de que la mayoría de farmacias que hay en Vilagarcía (8 de un total de 13) solicitasen y votasen que las cinco que hay en la periferia (Bamio, Vilaxoán, Sobradelo, Rubiáns y Carril) entrasen en esos turnos. Una decisión que repercute directamente en estos despachos, dado que en un plazo récord tendrán que hacer obras, promover cambios en los turnos de personal y adaptarse a los horarios que marca el nuevo calendario. Los titulares de estas farmacias explican además que “xa non é só polo que nos pode repercutir a nós, senón ao propio usuario”.

Y es que si ahora un vilagarciano contaba siempre con una farmacia de guardia en el propio centro urbano de la ciudad, ahora  cuando necesite algún medicamento deberá desplazarse si esas guardias recaen en Vilaxoán, Sobradelo, Rubiáns, Bamio o Carril. “Si por ejemplo eres de Aralde y tienes que ir a buscar algo a Bamio porque es la que está de guardia. ¿Cuántos kilómetros tienes que desplazarte? Creemos que no favorece para nada la accesibilidad”, exponen los titulares de las farmacias de la periferia.

De hecho al PAC de San Roque no solo acuden los vecinos de Vilagarcía, sino también de otras localidades próximas que dependen de este centro sanitario. Así puede darse la circunstancia de que alguien de Vilanova tenga que acudir a Bamio en busca de los medicamentos o productos farmacéuticos que necesita.

Horarios y turnos

Las farmacias de la periferia pidieron formalmente una moratoria para poder adaptarse a las nuevas medidas, pero han recibido el no por respuesta. También han solicitado cambios en el calendario de guardias. Dicen que hasta ahora los turnos se medían por semana y que ahora “será por día”, con cambios en función de si es un día de semana, fin de semana o festivos. “Los usuarios se van a volver locos para entender el cuadro de guardias, porque es un lío”, reconocen los titulares de los despachos periféricos.

     Apuntan que es una situación que nunca antes se ha dado en los entornos urbanos, en donde siempre ha existido una farmacia de guardia en los centros de las ciudades para facilitar a los vecinos la atención. Indican además que “ya en un momento en el que la atención sanitaria está en el punto de mira consideramos que nos que esto no hace más que ahondar en problemas para el usuario, que tendrá más dificultades para acudir a las farmacias para las que no existen medios de transporte regulares”.