Las mariscadoras de Carril no creen que los cambios en la gestión de las algas les afecten

Las mariscadoras de Carril no creen que los cambios en la gestión de las algas les afecten
Recogida de algas en la playa de A Compostela por parte de las mariscadoras | gonzalo salgado

Los miembros de la Agrupación de Marisqueo a pie de Carril están tranquilos tras conocer el contenido del informe medioambiental que apunta a un cambio en la gestión de la limpieza de las algas en la playa de A Concha-Compostela. El presidente del colectivo, Rolando Vidal, apunta que de las 60 limpiezas que realizan en la concesión de la playa al año solo en momentos “moi puntuais” necesitan de la ayuda de una pala excavadora. Fue exactamente lo que ocurrió hace tan solo un par de semanas, dado que la cantidad de vegetación marina que llegó al arenal fue en tales cantidades que “limpala toda sen axuda de maquinaria levaríanos dous meses. Sería imposible”.


El Adeac, la entidad que otorga los distintivos de la Bandera Azul, impone para 2022 que la gestión de las algas sea sostenible y que, para su retirada, solo se opte por la modalidad manual para evitar el arrastre de arena y dañar la propia playa. “Nós facemos sempre a retirada a man e axudámonos dun pequeno ‘dumper’ para trasladar o recollido ao colector, pero iso non é maquinaria pesada”, explica Rolando Vidal.

Es por ello que no sienten que, de aplicarse las recomendaciones que figuran en el informe de los técnicos, vaya a afectarles demasiado.


Cabe recordar que aparte de la obligatoriedad de recoger las algas a mano para evitar la pérdida de la Bandera Azul también se prevén depósitos de vegetación marina a lo largo de toda la playa para preservar la biodiversidad marina. Además se insta a realizar la capacitación de mariscadoras y otros miembros de la Cofradía para destinar las algas a usos sostenibles como para fertilizantes. De hecho ya hay constancia de que hay personas que lo están haciendo. También se propone la creación de una zona de autocompostaje de algas en O Pousadoiro.

Las mariscadoras de Carril no creen que los cambios en la gestión de las algas les afecten

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