La mortal pelea entre los hermanos de Guillán vuelve a la Audiencia en otoño

La mortal pelea entre los hermanos de Guillán vuelve a la Audiencia en otoño
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La sección segunda de la Audiencia provincial de Pontevedra reserva toda la tercera semana de septiembre, del 17 al 21, para la celebración del nuevo juicio por la muerte de Alfonso Gómez Lorenzo, que se produjo en 2012 en Guillán.  En el banquillo se sentará el hermano de la víctima, Santiago Gómez, que confesó desde el primer momento haber disparado contra su familiar con una escopeta de caza, aunque dijo hacerlo para defenderse.   Un veredicto del jurado popular lo consideró culpable de homicidio aunque con una serie de agravantes que redujeron, y mucho, la condena, dejándola en once meses y medio. Santiago Gómez, que ya llevaba casi dos años en prisión preventiva. La acusación particular recurrió este fallo y tras un largo camino, en el que hubo resoluciones en uno y otro sentido, el Tribunal Constitucional zanjó el asunto en febrero de este año, ordenando repetir el juicio.

Muchas dudas
Los hechos que conmocionaron a Guillán y al conjunto de la sociedad vilagarciana ocurrieron durante una noche de verano de hace seis años. El 19 de septiembre de 2012, Alfonso y Santiago Gómez Lorenzo mantuvieron una de las habituales discusiones. Las relaciones entre ambos, según reconocieron familiares y testigos, eran malas desde hacía años.  
También lo dijo el propio acusado, que dijo que estaba en la huerta de su casa cuando la víctima le hizo un gesto de que le iba a cortar el cuello. Fue entonces a pedir ayuda a su madre, pero Alfonso Gómez aprovechó para abalanzarse sobre él, ataque que repelió utilizando un spray.
Después fue a su casa a coger la escopeta Felix Sarasketa que utilizaba para cazar y al rato regresa al jardín para continuar con sus labores de riego. A dicho lugar también vuelve Alfonso. El acusado declaró que su hermano llevaba una navaja en posición de ataque y, para defenderse, le disparó a la pierna, alcanzándole la femoral, por lo que murió desangrado. Fue por ello, que el jurado popular consideró que Santiago Gómez había actuado movido por un “miedo insuperable”.
Sin embargo, son muchas las dudas sin resolver que dejó dicho veredicto. La acusación particular puso el acento durante el juicio sobre el hecho de que el acusado, pese a tener un “miedo insuperable”, acudió a la casa de la víctima, donde Alfonso vivía con su madre. 
Además, el nuevo juicio tendrá que resolver una cuestión clave. Pese a que Santiago Gómez declaró que su hermano portaba una navaja. Algo que no llegó nunca a probarse. Los registros que se hicieron en el momento de los hechos no dieron con el arma, que no apareció hasta 24 horas después escondida en un muro que la Policía ya había revisado. Pero es que esta navaja, aunque sí era propiedad de la víctima, no tenía ningún resto biológico, pese a que Alfonso Gómez Lorenzo murió desangrado. De hecho, tras el juicio el propio fiscal relató en sus conclusiones que no quedara probada la defensa propia.

La mortal pelea entre los hermanos de Guillán vuelve a la Audiencia en otoño

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