Vilagarcía cerró el último fin de semana de agosto con una multitudinaria Noite das Meigas. Miles de personas se pasearon por el centro urbano para poder recorrer cada uno de los diez poblados ubicados en zonas estratégicas de calles y plazas peatonales. Las asociaciones participantes volvieron a ser las protagonistas y pusieron el ambiente a una fiesta que se ha ido consolidando con el paso de los años, pero que todavía no anima al público a caracterizarse. Eso sí, en los puestos que ofrecían "petiscos" de todo tipo gratis se percibían colas larguísimas. Se repartieron "choripán", dulces e incluso fabada...
El momento culmen de la noche llegó a las doce y cuarto (tuvo que retrasarse por una indisposición entre el público) con el Conxuro da Queimada en el stand que Clámide tenía en la Praza de Galicia. Fue el arranque de la degustación de la aguardiente, un elixir para ahuyentar los malos espíritus y recibir a un septiembre que también llega con propuestas en el bolsillo.