El número de plazas de uso turístico (sin contar las que hay en hoteles y pensiones) en la zona de O Salnés se cuatriplicó en los últimos cinco años. Así se desprende de los datos que, de forma periódica, actualiza la Xunta de Galicia respecto a los establecimientos que están regulados por la legislación vigente. El incremento es más notable –como cabía esperar– en lugares más habitados y más visitables como son Vilagarcía, Sanxenxo y O Grove. Eso sí, tampoco se escapa del “boom” de este tipo de viviendas –en este caso por la enorme influencia del Camiño de Santiago– Caldas. En la localidad de Ulla-Umia el número de plazas en albergues turísticos se ha multiplicado por tres después de la pandemia del covid.

El “boom” de este tipo de establecimientos coincide con el incremento exponencial del alquiler de todo el año –prácticamente inexistente en lugares como la capital arousana– y con precios que nunca antes se habían alcanzado.

Las cifras

Así pues en el caso de Vilagarcía el incremento se ha dado sobre todo en las viviendas de uso turístico, más que en los calificados como “apartamentos”. Si en el año 2027 había registradas un total de 147 (que correspondían a unas 800 plazas), a estas alturas del año 2025 los inmuebles de uso turístico son ya 585 y las plazas concretas superan ampliamente las 3.000. Estas son las que están oficialmente inscritas en el registro de la Xunta. Los hoteles, sin embargo, no han aumentado en este último lustro, pese a que es un servicio que siempre es demandado en determinados momentos del año.

La influencia del Camino de Santiago se deja notar mucho en localidades como son Caldas  o Pontecesures

En otras localidades como Sanxenxo y O Grove –que son las que tienen un mayor empuje turístico sobre todo durante la temporada estival– el aumento de las plazas de uso turístico según los datos oficiales también es muy destacable. En la localidad sanxenxina en el año 2020 el número de establecimientos de estas características era de 1.830 (unas 9.512 plazas). Cinco años después la cifra se ha disparado y son 3.141 viviendas con una capacidad para 16.473 personas.

En el municipio meco los datos también muestran que las cifras se han multiplicado por cuatro. Las viviendas de uso turístico eran 341 con 1.899 plazas hace un lustro y a día de hoy estas son ya 769 habilitadas para un total de 4.273 personas.

En Meaño, que no es un municipio de tradición turística, la cercanía de Sanxenxo es crucial

Esta tendencia tampoco resulta ajena en localidades como Vilanova. Ahí no solo han aumentado las plazas en las viviendas de uso turístico, sino también el modelo de camping. Estos han pasado de cuatro a cinco en cinco años y de 815 a 1.116 plazas. Las plazas en pisos turísticos se han triplicado en solo un lustro llegando a las 1.429. En este municipio incluso han aumentado el número de pensiones que han pasado de una a tres en solo cinco años.

El “boom” también llega a la capital del albariño, en donde el número de viviendas de uso turístico era justo antes de la pandemia. De hecho en 2020 había 70 y ahora ya son un total de 298. Además las plazas han pasado de 361 a 1.693. Es el epígrafe en cuanto a establecimientos en el que más han aumentado las cifras. Ocurre lo mismo en Meaño que, aunque tradicionalmente no ha sido un municipio de tipo turístico, lo cierto es que está más que nunca influenciado por la presencia próxima de Sanxenxo y de O Grove. Así se ve en las cifras oficiales. Hay en esta localidad un total de 76 establecimientos de uso turístico y 462 plazas inscritas. Unas cifras que distan mucho de las que se manejaban hace un lustro con solo 28 establecimientos y un total de 176 plazas.

La citada influencia del Camino no solo se ha dejado notar en Caldas, sino también en Pontecesures, que pasa de 6 plazas de uso turístico a un total de 72 en cinco años.