El Plan Antiincendios de la Xunta (Pladiga) retira a la parroquia de Saiar, en Caldas de Reis, de las de alto riesgo de fuego forestal para esta temporada. Se trata de uno de los puntos más conflictivos en la zona sur de Arousa y zona de influencia y donde se suelen originar los focos de las llamas que asolan Xiabre durante el verano. Así, fue, por ejemplo, en 2022, cuando el fuego obligó a desalojar la fábrica de DS Smith, en O Pousadoiro, y cercó viviendas en Castroagudín.
El plan de Medio Rural establece un total de 26 PAAI (Parroquias de alto riesgo de incendio) para este año, catorce menos que las 40 de 2024, correspondiendo cinco a la provincia de Pontevedra, según relata Europa Press, y 4 a la de A Coruña, siendo Boiro, con dos, uno de los municipios con más zonas de este tipo en toda Galicia. Una de ellas es la de Santa Baia, que precisamente entró en este listado en 2024.
Los criterios de los técnicos de Medio Rural para denominar las parroquias como de alto riesgo de incendio es que acumulen una media anual de siete fuegos forestales o más en el último lustro, así como que hayan sufrido al menos dos incendios que calcinasen más de 200 hectáreas durante la última década.
Saiar llegó a ser objeto de estudio por la administración autonómica. En 2006, la Xunta señalaba que se trataba de la parroquia de Galicia con un mayor número de fuegos, para desesperación de los vecinos y comuneros. Hace tres años, en el verano de 2022, un incendio originado en Saiar se extendió hasta Cea y duró toda la noche y parte de la mañana, calcinando cerca de medio millar de hectáreas. En 2016 y 2017 también fue el origen de incendios importantes, que afectaron no solo a Caldas, sino también a Catoira y Valga.
El último de estos incendios llevó a los concellos de Caldas y de Vilagarcía a unirse, junto con las comunidades de montes afectadas, para reclamar a la Xunta mayor protección.
Además de la bajada del número de PAAI, el Pladiga de la Xunta establece un incremento de la red de videovigilancia, que contará con 181 cámaras, cuatro más que en 2024, en 90 localizaciones. Este sistema se comenzó a instalar en 2018, con 88 videocámaras en 44 lugares, cifra que ahora es más del doble. Además, continuarán con el uso de drones en las tareas de lucha contra el fuego. El objetivo del Pladiga es que ardan menos de 18.554,5 hectáreas en Galicia durante el verano de 2025. El año pasado, fueron 2.664,7, con un mínimo histórico de 755 fuegos. Asimismo, el Pladiga marca como objetivos específicos para este año la revisión de los planes municipales y desarrollar convenios para la constitución de brigadas de prevención en mancomunidades de municipios durante seis meses al año, así como elaborar planes para los seis parques nacionales en territorio gallego, como los de Cortegada y Sálvora. En cuanto a los medios aéreos, se mantienen en una treintena en época de alto riesgo. Serán 20 de la Xunta (14 helicópteros y seis aviones de carga en tierra) y entre 9 y 10 aeronaves del Estado (cinco de ellas aviones). Los montes gallegos estarán además vigilados por 5.199 personas durante la campaña de verano, entre los medios de la Xunta, el Gobierno español y los municipios.