Ravella da otro cambio al mercadillo y coloca puestos dentro de A Peixería

El Concello de Vilagarcía ha decidido dar un nuevo cambio al mercadillo ambulante después de inaugurar el pasado sábado la convivencia de los puestos con el tráfico rodado en Alexandre Bóveda. Los vendedores que han tenido que dejar esa calle para que pasen los vehículos de motor se trasladan ahora al interior de la Praza da Peixería. Una ubicación –dicen desde Ravella– decidida después de que los propios ambulantes rechazasen las opcións que se le pusieron sobre la mesa. Su paso por el interior de A Peixería –que ya albergó hace años este tipo de venta– será en todo caso provisional. Al menos hasta que terminen las obras de humanización de Arzobispo Lago a donde el gobierno local prevé trasladar parte de los puestos que habitualmente acuden a Vilagarcía los martes y los sábados.


Lo cierto es que la primera jornada de uso compartido entre venta ambulante y tráfico rodado se desarrolló con dudas y también con cierto cabreo entre vendedores y clientela. Ayer el Concello explicaba que la experiencia se desarrolló como era de esperar, “sen incidentes de relevo e cos lóxicos despistes iniciais das persoas que descoñecían a posta en marcha da medida”.


Lo que tienen claro desde el gobierno local es que la convivencia entre coches y puestos de venta en Alexandre Bóveda ha llegado para quedarse. En todo caso mantendrán todavía unas semanas más el sentido único (con salida hacia Valle-Inclán) antes de instaurar el doble sentido que tienen previsto. De esta forma entienden que tanto los vendedores como la propia clientela se podrá ir habituando a las modificaciones planteadas. Añaden desde el ejecutivo socialista que la Policía Local estará presente en la zona durante los dos días de mercado semanales para regular el tráfico y advertir a los peatones.


Desde el Concello aseguran que se adoptaron en Alexandre Bóveda todas las medidas de seguridad vial requeridas como fue la ampliación de las aceras, la delimitación de la franja en la que se sitúa la línea de puestos en el frontal de la Praza de Abastos y la puesta a disposición de los pivotes que los ambulantes pueden colocar para una mayor protección. El Concello entiende que mantener el tráfico en esa zona es imprescindible para la fluidez viaria en el centro.