Rederas y mariscadoras logran igualar sus condiciones de jubilación con los hombres del mar

Final feliz a una demanda histórica que afectaba a decenas de mujeres del sector del mar, especialmente a las rederas, mariscadoras de a pie y pescantinas. El gobierno central aprobaba ayer el proyecto de la Ley de Pesca Sostenible e Investigación Pesquera que –entre otras cuestiones de calado– equipara los coeficientes reductores para la edad de jubilación a hombres y mujeres del mar. Hasta ahora la legislación contemplaba que, por ejemplo, un coeficiente reductor de un 0,15 para los mariscadores de a flote. Para las mujeres (tales como mariscadoras de a pie, rederas o percebeiras) la cifra estaba establecida en 0,10. Una desigualdad que la nueva legislación elimina. Según el gobierno central de esta medida se podrán beneficiar cerca de 5.300 trabajadoras del sector pesquero que, al igual que sus compañeros varones, también sufren enfermedades profesionales específicas y faenan en las condiciones virulentas que a veces presentan la costa y las mareas.

La lucha por esta igualdad de condiciones ya lleva años activa, pero se intensificó en los últimos meses después de que Upta (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos) se aliase con Anmupesca para poner fin a una situación clara de discriminación. Desde esta entidad siempre se señaló que la desigualdad en la jubilación entre hombres y mujeres del mar venía dada porque a estas últimas les faltó siempre voz en las mesas de negociación y en foros en los que se defendían estas cuestiones. Colectivos como el de las mariscadoras de a pie o las redeiras –con gran presencia en número en la Ría de Arousa– expusieron en más de una ocasión que equiparar no es solo una cuestión de derechos, sino también de garantía de relevo generacional. Entienden que si ellas se jubilan antes pues habrá más posibilidades de que nuevas generaciones puedan acceder a ese puesto de trabajo.