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martes | 7 mayo | 2024
La tensión en la parroquia de Rubiáns estalló el martes con una pelea entre Xurxo Abuín y uno de sus vecinos más críticos, Luis Rodríguez Seagre, sobre la que hay dos versiones completamente contradictorias.
Los hechos ocurrieron por la mañana y en presencia de dos operarios de Jardines del Concello de Vilagarcía, que ya fueron llamados a declarar ante la Policía Nacional, donde ambas partes presentaron denuncia por agresión con sendos partes de lesiones que, presuntamente, acreditan una u otra versión.
La mala relación entre ambos se remonta a varias décadas antes, cuando compartieron Corporación durante unos meses. Abuín era edil del BNG. Rodríguez Seagre se incorporó al final del mandato, en sustitución de otro edil, y por parte del IVIL de José Luis Rivera Mallo. A las diferencias ideológicas claras entre ambos, se sumó hace unos años una discusión por terrenos que acabó en los juzgados. A finales del año pasado,
Rodríguez Seagre formó parte de una lista opositora a Abuín que acabó arrebatándole la directiva de la Comunidad de Montes. Ya entonces el emblemático portavoz vecinal de Rubiáns advertía de la tensión en la parroquia. Ahora todo parece haber estallado, aunque las versiones se contradicen.
Dos versiones
Las obras de puesta en marcha de un parque dedicado a la camelia en Rubiáns fueron el escenario de la pelea. Eso es, probablemente, lo único en lo que ambas partes coinciden. Abuín asegura que cuando llegó a la zona, en las inmediaciones de la iglesia, sobre las 12:30 de la mañana, se encontró con la encargada de Xardíns que se iba y que le dijo que había tenido un problema con Rodríguez Seagre. Después, vio como el palista dejaba la obra mientras el vecino “braceaba”.
Por ello, siempre según la versión del expresidente de la Comunidad de Montes, se acercó a la zona y, dirigiéndose al palista, le dijo que solo tenía que seguir las indicaciones dadas por el Concello, iniciándose así un cruce de palabras en las que Abuín reconoce haberle llamado “cacique” y “fascista” a Rodríguez, que por su parte, asume que le dijo a la otra parte “fascista eres ti e a túa familia”. A partir de ahí, se disparan las versiones. Abuín asegura que Rodríguez Seagre le siguió hasta el coche y, cuando se dio la vuelta, le propinó un puñetazo en el ojo y “caín ao chan”, subiéndose el otro encima que “empezou a golpearme” hasta que intervino el palista.
La mediación del operario municipal también la reconoce Rodríguez Seagre que, da una versión muy diferente de los hechos. “Eu estaba alí falando coa muller”, asegura en referencia a la encargada de Jardines. “Pregunteille por que facía a gabia tan grande, deume unha explicación e punto, e entón chegou el (en referencia a Abuín) e chamoume cacique e despois fascista”. Fue tras contestarle, asegura el exedil de IVIL, cuando Abuín le propinó la primera patada. La segunda “pareilla coa man esquerda” sin ver venir un puñetazo que, relata, “rebentoume a boca por dentro”.
Fue entonces cuando, señala Rodríguez Seagre, cayó al suelo, pero agarrando de la mano a Abuín, que cayó también y, ahí sí, “deille cos puños e menos mal que chegou o operario municipal”. No se siente bien con lo ocurrido. “Estou un pouco arrepentido, porque non está ben andar así entre veciños”, pero descarta haber comenzado la agresión. “Eu mido 1,67”, asegura refiriéndose implícitamente a la altura y complexión de Abuín. Ambos cuentan con sendos partes de lesiones y fueron a denunciar ante los juzgados. “Non quería dicir nada, pero hai que contalo. Ese home debería andar con bozal e correa”, apunta Abuín. Volverán a verse en los juzgados.
