El tocomocho en la red: Consejos policiales para evitar estafas

El tocomocho en la red: Consejos policiales para evitar estafas
Una charla de la Policía Nacional organizada por Galicia Foro Empresaria

El despiste es, en la mayor parte de los casos, la clave para evitar caer en una estafa en la red. Dejarse las claves guardadas en las páginas o abrir enlaces de un “supuesto” banco sin comprobar que la dirección es, efectivamente, la oficial, son dos de los comportamientos que, con más frecuencia, se encuentran tras cargos inesperados en las cuentas.
 

Pero no los únicos. Las “gangas” en la red son igual de peligrosas que en la vida real y, en este sentido, es donde ponen todos sus esfuerzos desde la Comisaría de la Policía Nacional de Vilagarcía, que pone en marcha numerosas charlas en colegios, institutos, centros sociales o a entidades empresariales, para concienciar sobre la necesidad de guardar el mismo cuidado en la red que tratamos de guardar en nuestro día a día.
 

La ciberdelincuencia es, hoy en día, una parte importante del trabajo que se hace en la Comisaría situada en A Marina, que cuenta con un equipo destinado a perseguir a los cacos de la red. “No hay nada nuevo, son las estafas de toda la vida. El tocomocho, la estampita... Solo les han dado una vuelta”, explican desde la Policía Nacional.
 

Grupos criminales

Eso no quiere decir que sean, ni mucho menos, métodos artesanales. Ni mucho menos. Tras las estafas en internet, que copan cerca del ochenta y cinco por ciento de la ciberdelincuencia que se denuncia en Vilagarcía, se encuentra la ingeniería social. “Estudian a la persona para hacer la estafa dirigida a ella”, señalan desde la Comisaría. Además, en casos como el del phising, donde se envía un correo electrónico simulando ser una entidad, como un banco o una empresa de paqueterías o el mismísimo Correos, no hay una sola persona detrás del ataque. Se trata de organizaciones criminales que establecen sus funciones. “Los muleros bancarios son los primeros que caen”, apuntan desde la Policía Nacional. Estas redes utilizan información que está más que disponible en internet y, en ocasiones, que la propia víctima da en llamadas telefónicas, cuando los estafadores se hacen pasar, por ejemplo, por un antiguo compañero de clase.
 

Precisamente ese es otro de los problemas para la investigación: La víctima está en Vilagarcía, el delincuente, sin embargo, puede encontrarse a miles de kilómetros, en territorios con diversas legislaciones. 
 

Las estafas van desde las más diversas cantidades. Las de grandes cantidades tienen con más frecuencia como víctimas a comercios y a empresas, un sector al que van dirigidas las charlas que organiza la Comisaría de Vilagarcía, también dentro de su política de apertura a la sociedad.
 

Hay también, aunque anecdóticos, las conocidas como “estafas del amor”, donde los timadores se hacen pasar por altos ejecutivos que atraviesan ciertas dificultades. Las víctimas suelen ser mujeres y en una situación de vulnerabilidad, de la que se aprovechan, llegando a hacerles transferencias de grandes cantidades. “Les llevan todos sus ahorros”, indican desde la Comisaría. Fueron pocos los casos que se dieron en Vilagarcía.
 

En las estafas más comunes, el romanticismo no tiene tanto peso. Son, por ejemplo, ventas entre particulares. En algunos casos, el que vende es el timado, aprovechándose el comprador de la urgencia de la situación. El método del bizum inverso es uno de los más utilizados. “La gente debe saber que cuando te hacen un bizum tú no tienes que aceptar nada”, explican desde Comisaría. Otra forma, es controlar los métodos de pago, instando al comprador a meterse en aplicaciones desde las que lo van dirigiendo. “Son cosas que jamás haríamos en la calle”, apuntan desde la Policía Nacional. El sentido común es el principal de los consejos. También a la hora de comprar, la otra cara de la moneda. En ocasiones, el vendedor “no deja ni pensar, metiendo mucha prisa”. Un comportamiento que ya debe llevar a la desconfianza. La Policía tira, en estes casos, de viejos refranes. “Nadie da duros a cuatro pesetas”, apuntan. Y es que en muchas ocasiones es la avaricia la que rompe el saco, regresando al refranero. La ganga de las zapatillas o los móviles baratos es lo que suele atrapar a los más jóvenes.
 

¿Qué hacer para evitarlo?

La prevención es clave para evitar las estafas y desde Comisaría incide en que se trata de comportamientos sencillos que solo deben ir asimilándose. El “cinturón de seguridad” en internet es, por ejemplo, dotarse de una contraseña segura; no dejarla nunca guardada en ninguna página; usar la huella dactilar para evitar el phishing; tapar la webcam cuando no se usa; comprobar que las url tengan candado; no aceptar solicitudes de amistad de desconocidos ni dar datos personales en juegos online; descargar apps solo de sitios oficiales, en caso de empresas, tener servidores con medidas seguridad contra el acceso no autorizado.

El tocomocho en la red: Consejos policiales para evitar estafas

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