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domingo | 12 mayo | 2024
El alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, solicitará a la Subdelegación del Gobierno la celebración de una Xunta de Seguridade de carácter extraordinario. La petición del regidor socialista surge después de la última oleada de robos que ha afectado sobre todo a establecimientos comerciales y hosteleros en la capital arousana. “É certo que a porcentaxe de delitos que temos anualmente está por debaixo da media”, explica el primer edil. Eso sí, incide en que “non vou negar que cada vez que acontece unha oleada de sucesos como leva pasando estes últimos días aumenta a preocupación”.
Las medidas, a juicio del responsable socialista, pasarían por un incremento del número de efectivos, aunque él mismo señala que “son coñecedor de que tamén se están adoptando medidas que non se ven, coma vehículos ou axentes camuflados, que tamén serven para combater eses delitos”.
Alberto Varela señaló que bajo su responsabilidad está el aumento de la plantilla de la Policía Local. “Estámolo facendo dentro da medida do posible”, aseguró. Con respecto al cuerpo de la Policía Nacional, que según los sindicatos están también bajo los mínimos establecidos legalmente, advirtió que “o delegado dixo que a intención deste goberno era a de intentar aumentar o número de axentes que son 3.000 para toda España. Agora haberá que ver para qué destinos se escollen”.
Varela señaló que “a miña esixencia é que os ratios están para cumprilos e que hai que facer un esforzo”.
En todo caso los sucesos acontecidos en los últimos días (un tiroteo en Aralde, varios robos en el centro urbano e incluso el asalto del ambulatorio durante la noche) ponen en alarma a los ciudadanos de Vilagarcía.
El alcalde reseñó que “é normal que ao pasar esta serie de sucesos haxa preocupación, pero estamos nunha cidade totalmente segura”.
Lo cierto es que los sindicatos policiales llevan años exigiendo mejoras en sus condiciones y alertando de que en muchas ocasiones se encuentran tan bajo mínimos que es prácticamente imposible que pueda haber patrullas en las calles.
La preocupación es palpable sobre todo en el sector de la hostelería, dado que tienen unos horarios de cierre mucho más tardíos lo que invita a los ladrones o atracadores a aumentar con más libertad.
