Todo sigue igual en la Comandancia de Obras

PESE a que Galicia, Mellor sen Touradas es una norma de conducta inquebrantable de la Marea, nasía pa’ganá, en el último pleno hubo oportunidad para que la xente do común diese unos capotazos en el salón de sesiones. Todo vino a cuenta de los okupas de la Comandancia de Obras, que ya se sabe que son blanditos, unos novillitos que nada tienen que ver con los torazos santiagueses de Eskarnio e Maldizer, con esos sí que hay que tener valor para arrimarse. El caso es que todo se quedó en que los mareantes están estudiando la posibilidad de reubicar en un espacio municipal algunas de las actividades de los antisistema. Vamos, que traducido al román paladino, aquel que Gonzalo de Berceo aseguraba que era el que solía utilizar el pueblo para fablar a su veçino, hay que entender que nadie del Concello ha hecho nada de nada.

Todo sigue igual en la Comandancia de Obras

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